Ciudad Victoria, Tamaulipas.-
La mañana de ayer, profesores de la Secundaria Técnica No. 1 “Álvaro Obregón”, de Ciudad Victoria, reportaron que un alumno de ese plantel portaba un arma de fuego entre sus útiles.
De inmediato se dio aviso a las unidades de emergencia, quienes se apostaron en el plantel, primero para garantizar la seguridad de estudiantes, maestros, personal y padres de familia.
El estudiante y la presunta arma quedaron bajo resguardo durante algunos minutos, no obstante que el aviso provocó el pánico y caos en esa escuela de Ciudad Victoria durante varios minutos.
Autoridades que presuntamente localizaron un arma de fuego durante un operativo en dicha Secundaria confirmaron que resultó ser de plástico.
La información se dio a conocer por una fuente que se encontraba en el lugar realizando las investigaciones sobre el hallazgo.
Presuntamente la pistola le fue encontrada un alumno, pero resultó que esta era de juguete.
Sin embargo, la noticia en redes sociales causó pánico entre padres de familia, quienes marcaron a la escuela para saber si darían salida a los estudiantes.
Por el momento se desconoce la postura que tomará la Secretaría de Educación en cuanto a este hecho ocurrido la mañana de ayer.
—
La secretaria de Educación estatal, Lucía Aimé Castillo Pastor, destacó la intervención oportuna y apegada a los protocolos por parte de la dirección de la Escuela Secundaria Técnica Uno de esta Ciudad, tras detectarse un objeto no permitido durante la operación mochila.
Subrayó también la importancia que haya acuerdos entre los padres de familia y directivos para frenar cualquier situación que pudiera poder en riesgo la integridad de los alumnos.
“La comunidad escolar de esa escuela determinó implementar el operativo mochila, encontrando entre las pertenencias de un alumno un arma presuntamente de fuego, aplicando el protocolo que establece la guía práctica que fue entregada a todas las escuelas del estado”, comentó.
Añadió que, derivado de lo anterior, los directivos llamaron a las áreas de seguridad, para poder identificar si se trataba de un arma de fuego verdadera y determinar los riesgos en que estaba la población escolar.
“Afortunadamente se identificó que es un arma de juguete, sin embargo, como parte de los protocolos se llamó a los padres de familia, los directivos platicaron con ellos para el seguimiento que también precisa la guía”, apuntó.
Castillo Pastor precisó que en el proceso se incluye acompañamiento psicológico para evitar que el estudiante sea revictimizado, sino identificar las razones que lo llevaron a portar este objeto.
JR