Teresa Macías/ El Sol de Tampico
La iniciativa privada reconoció que hay una buena intención de emplear a los mexicanos repatriados de Estados Unidos; sin embargo, advierte que los empleos que se puedan ofrecer no son suficientes ante la cantidad de personas que se espera.
El presidente del Consejo de Instituciones Empresariales del Sur de Tamaulipas (CIEST), Juan Ángel Paredes Espinosa, consideró que el empleo disponible en regiones como el sur de Tamaulipas es suficiente para sus habitantes.
“Se requiere crear empleos para los que están aquí. Ahora, imagínense si llega más gente; habría que explorar qué es lo que se puede ofrecer. Hay ciertas plazas que podrían ocuparse, pero depende de la cantidad de personas que vengan. Creo que no habrá suficientes empleos para todos, esa es la realidad de las cosas”, señaló.
Es en la frontera del país donde se genera la mayor cantidad de empleos, los cuales podrían ofrecerse a los migrantes y mexicanos deportados.
De hecho, la Secretaría de Economía de Tamaulipas, encabezada por Ninfa Cantú Deandar, dio a conocer que el Gobierno federal tiene planeado crear 70 mil empleos para los repatriados, de los cuales diez mil se ofertarán en Tamaulipas.
Estos empleos estarán principalmente en pequeñas y medianas empresas, con el objetivo de fortalecer la economía local y brindar opciones a los mexicanos que buscan restablecerse en su país.
Al respecto, el presidente del CIEST, Juan Ángel Paredes, comentó que, efectivamente, hay una mayor oferta de trabajo en la frontera de Tamaulipas, pero muchos de estos empleos requieren personal con capacitación en áreas especializadas de tecnología.
“Dudo que muchas de las personas que vengan tengan la capacitación adecuada para estos puestos. Es un tema que debe abordarse con enfoque. Además, más allá del empleo, pueden surgir otras variantes, como el acceso a servicios de salud. Por ejemplo, pueden llegar mujeres embarazadas que requerirán atención médica”, advirtió.
Asimismo, destacó la importancia de atender el tema de seguridad, ya que “si no se les consiguen empleos, la gente necesita comer, y esto podría representar un riesgo en materia de seguridad”.
JR