José del Carmen Perales Rodríguez / El Diario Mx
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Con los juegos de azar al alcance de la mano, desde casinos, casas de apuestas o plataformas digitales, se corre el riesgo que se incrementen exponencialmente los casos de ludopatía, sin menoscabo de la edad pues lo que comienza como una diversión se convierte en obsesión.
La advertencia es de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), que al mismo tiempo resalta en su estudio la importancia de reflexionar sobre los riesgos financieros que conlleva este comportamiento, que en muchos casos impacta en el patrimonio.
La dependencia precisa que la ludopatía se presenta cuando la persona no puede dejar fácilmente de jugar o apostar, incluso cuando es consciente de que está dañando sus finanzas y patrimonio, pues el juego pasa a tener el control de su vida.
Añade que es entonces cuando las personas llegan a gastar más de lo que tienen y a tomar malas decisiones, que pueden destruir sus ahorros, su economía e incluso sus relaciones pues todo a su alrededor gira en torno al juego, sin medir las consecuencias.
La Condusef refiere que lo primero que ocurre a una persona al convertirse en ludópata, es el deterioro de las finanzas personales, pues suelen destinar gran parte de sus ingresos al juego, lo que provoca un desequilibrio en su presupuesto.
Quien ha caído en la adicción a los juegos de azar llega al grado de dejar de priorizar gastos esenciales, como el pago de la renta, los servicios básicos o la alimentación, en un intento de “recuperar” el dinero perdido usando de forma excesiva tarjetas de crédito y préstamos para financiar las apuestas.
También, agrega la Condusef, caen en deudas a menudo de alta tasa de interés, que pueden convertirse en una carga insostenible, agravando aún más su situación económica, pues no solo afecta los ingresos presentes, sino también el patrimonio acumulado como bienes raíces, vehículos y ahorros acumulados.
Finalmente, la Condusef advierte que las señales de alerta más frecuentes de que una persona se ha convertido en ludópata, son apuestas frecuentes y en cantidades de dinero crecientes, ocultar el tiempo o dinero dedicado al juego, incapacidad para poner un alto, incluso ante pérdidas significativas y el uso de recursos destinados a otros fines para financiar las apuestas.