Staff ED
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- En Tamaulipas, la participación económica de las mujeres está lejos de la meta que establece la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); de hecho, ningún estado de la República Mexicana alcanza el ideal.
En el contexto del Día Internacional de la Mujer, que cumple medio siglo de conmemorarse este 8 de marzo, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) entrega datos de interés para saber en dónde están las tamaulipecas, en materia económica y de desarrollo.
En este sentido, se informa que la participación promedio de las mujeres en la economía de nuestro estado es del 48 por ciento, en tanto que la OCDE propone una meta del 67 por ciento para incidir en el producto interno bruto (PIB) estatal desde un dos hasta un 32 por ciento, según el grado de participación de cada entidad.
En el caso de Tamaulipas el incremento en el PIB dentro de diez años sería de 8.1 por ciento si se llega al 67 que establece la OCDE, dado que nuestra entidad está en la posición 14 de mayor participación.
LAS PROPUESTAS
Al establecer que “México tiene un gran potencial económico en el talento desaprovechado de las mujeres”, el instituto mexicano hace una serie de propuestas, tanto a los gobiernos como a las empresas por su “un papel clave para incentivar la participación de las mujeres en la economía y potenciar la competitividad del país y de las entidades”.
Partiendo de la base que se deben de impulsar mayores y mejores políticas de cuidados, desde los sectores público y privado, “ya que la evidencia muestra que las labores de cuidados recaen desproporcionadamente en las mujeres”, se propone:
Desde el sector público. Las autoridades son el pilar para construir un Sistema Nacional de Cuidados (SNC) que sea asequible y que garantice los servicios y derechos a todas las trabajadoras, incluyendo aquellas que se emplean en la informalidad. Esto incluye ampliar el acceso a servicios de salud, cuidado infantil y educación.
Desde el sector privado. Las empresas tienen la capacidad de implementar e institucionalizar lineamientos claros para el desarrollo de estrategias de flexibilidad laboral y políticas de cuidados. Por ejemplo, licencias parentales extendidas y remuneradas, subsidios para el cuidado infantil, así como horarios flexibles.