Antonio Campos / El Sol de Tampico
Tampico, Tamaulipas.- En un mundo cada vez más globalizado, en donde se agudiza la falta de intereses por las vocaciones, la diócesis de Tampico, se enfrenta a la necesidad de cubrir hasta 400 vacantes de sacerdotes para atender adecuadamente a la población que acude a las iglesias de la región.
El Padre de los Misioneros de Cristo Mediador, Servando Nieto Guerrero, expresó con claridad que uno de los retos grandes es la promoción vocacional porque la población aumenta y, si en las familias no se promueve y esto ocasiona la dificultad para tener nuevos miembros que se encargarán de los fieles.
Comentó que, aunque las vocaciones existen, muchos jóvenes no logran discernirlas, “en medio de tantos ruidos y ofertas del mundo”, lo cual termina agravándose derivado a la falta de acompañamiento y formación.
Agregó que “hacen falta padres sacerdotes, muchísimos, sobre todo bien formados”, ya que existe la necesidad en el sur que comprende desde Tampico a Ocampo, de cubrir al menos entre 300 a 400 vacantes, cifra que ayudaría a resolver la demanda para atender adecuadamente a la población, porque en la actualidad solo hay 120 en la diócesis.
La formación de nuevos sacerdotes no es solo responsabilidad de la Iglesia, sino también de las familias. “Tenemos que apoyarlos, orientarlos, sobre todo cuando son muy jóvenes, sí bien debemos dejarlos en completa libertad, pero darles los medios consistentes en el ejemplo de vida cristiana y educación en la fe”, explica.
Además, iniciativas como la lotería y los eventos comunitarios que organiza la parroquia del Padre Nieto buscan generar recursos para la formación de seminaristas, especialmente aquellos que estudian en Roma. “Es una forma de alegrar a la comunidad y, al mismo tiempo, apoyar a quienes han respondido al llamado de Dios”, comenta.
En vísperas de la Semana Mayor, hace una invitación a redescubrir el verdadero sentido de este tiempo: “Mucha gente, por falta de orientación, toma la Semana Santa como vacaciones, cuando en realidad es un tiempo de contemplación, oración y vida familiar”.
Destacó que la solución no está solo en orar por más vocaciones sino en actuar, ya que la falta de los, alrededor de 400 sacerdotes de la Diócesis de Tampico no es solo un problema eclesiástico, sino una crisis que afecta a toda la sociedad.
JR