Staff Ed.-
En Santa Fe, Argentina, un empresario de nombre Mauro recibió por error una transferencia de $12,5 millones de pesos argentinos ($1,875,000 pesos mexicanos), enviada accidentalmente por un empresario de Paraná debido a un error al tipear el alias de una cuenta bancaria.
Lejos de aprovecharse, Mauro investigó, confirmó la equivocación y devolvió el dinero sin dudar.
La Recompensa: Un Buen Asado Y Una Gaseosa Fría
Cuando el empresario, sorprendido por la honestidad, le ofreció una recompensa, Mauro la rechazó con firmeza: “Esa plata era de él, no era mía”.
Sin embargo, con una sonrisa, propuso algo más sencillo y simbólico: “Vamos a comer un buen asado, con una gaseosa bien fría”.
Más Que Dinero, Un Gesto Que Vale Oro
Mauro aseguró que nunca esperó quedarse con algo que no le pertenecía.
Su propuesta del asado reflejó no solo humildad, sino también la calidez de un gesto honesto en tiempos donde escasean las buenas noticias.
Un ejemplo que dejó sabor a carne asada… y a valores bien cocidos.

JR
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