LONDRES, Reino Unido, mayo 9 (Agencias)
El cantante Liam Payne falleció en octubre de 2024 a los 31 años tras caer desde el balcón de un hotel en Buenos Aires. Su muerte causó conmoción entre sus millones de fans y en el mundo del entretenimiento.
Al no haber dejado testamento, la ley británica dictó que su fortuna, estimada en 32.2 millones de libras (más de 724 millones de pesos), pasaría a su hijo de ocho años, Bear Grey Payne, a quien tuvo junto a la cantante Cheryl Cole.
Dado que Bear es menor de edad, Cheryl y el abogado de la industria musical Richard Mark Bray fueron designados como administradores del patrimonio hasta que el niño alcance la mayoría de edad en 2035.
Aunque no estaban casados, la relación de Cheryl y Liam fue significativa. Tras su muerte, Cheryl expresó en redes sociales su dolor y preocupación por la exposición mediática que podría afectar a Bear.
Pidió respeto y dignidad para Liam, recordando que era un padre, hijo y amigo querido. Por otro lado, Liam siempre manifestó su deseo de asegurar el futuro de su hijo, en una entrevista declaró: “Mi vida ahora es suya, mi dinero es suyo”.
Aunque Liam Payne no dejó un testamento oficial, sí tomó medidas para proteger el porvenir económico de su hijo, Bear. A lo largo de su carrera, el artista realizó diversas inversiones, muchas de ellas en bienes raíces.