mayo 20, 2025
Publicidad

En Tamaulipas le dan la espalda a sus museos

mayo 20, 2025 | 1 vistas

Rogelio Rodríguez Mendoza

Ciudad Victoria, Tamaulipas.-Tamaulipas parece haberle dado la espalda a la cultura. Pese a contar con 23 museos repartidos en diversas ciudades, apenas 189 mil personas los visitaron durante todo 2024, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). La cifra es una de las más bajas del país y coloca al estado en el lugar 28 de 32 entidades federativas en cuanto a afluencia a estos espacios.

Este dato va más allá de una simple estadística: evidencia un vacío preocupante en la formación de públicos interesados en el arte, la historia o la ciencia. La misma medición oficial revela que Tamaulipas representa apenas el 0.37 por ciento del total de visitantes a museos en México. Es decir, ni siquiera logra destacar entre entidades con menos museos, pero con mayor proyección cultural.

En contraste, estados como Ciudad de México, Nuevo León, Jalisco y Guanajuato encabezan la lista nacional, tanto por número de museos como por la cantidad de visitantes recibidos. Estos estados han logrado posicionar sus recintos como espacios de encuentro, identidad y reflexión social. En Tamaulipas, sin embargo, parece persistir un desdén hacia estas instituciones.

MUSEOS QUE HABLAN… PERO CASI NADIE ESCUCHA

En Tamaulipas, los museos ofrecen mucho más que simples salas de exhibición: son espacios vivos donde convergen actividades académicas, educativas, artísticas, cívicas y sociales. Los temas que más interesan al escaso público son la historia, el arte y la arqueología, aunque también hay salas dedicadas a la ciencia, la tecnología, la ecología y la paleontología.

En Ciudad Victoria, destacan el Museo Regional de Historia, que alberga piezas arqueológicas y artísticas desde la época prehispánica hasta el siglo XX, y el TAMUX, con un enfoque interactivo sobre la biodiversidad y el universo, además de su planetario 3D. La Pinacoteca Tamaulipas, por su parte, promueve las artes visuales con obras de artistas locales y nacionales.

Matamoros cuenta con el Museo de Arte Contemporáneo de Tamaulipas (MACT), que ha albergado exposiciones de alcance internacional. En Tampico sobresalen el Museo de la Cultura Huasteca, que resguarda el legado de una civilización ancestral, y el Museo de la Ciudad, que narra la evolución del puerto desde sus orígenes.

También destacan el Museo Reyes Meza en Nuevo Laredo, el Museo Histórico de Reynosa, el Museo Casa Mata y el del Ferrocarril en Matamoros, así como el peculiar Museo de la Batalla de Mier de 1842, conocido como el de los Frijoles Pintos.

La oferta cultural está ahí, pero el bajo número de visitantes revela una fractura en el vínculo entre la ciudadanía y su patrimonio. ¿Qué está fallando?

EL DESINTERÉS COMO SÍNTOMA SOCIAL

A fin de entender este fenómeno, se consultó a ciudadanos de diversas edades y perfiles para conocer sus motivos para no acudir a museos. Las respuestas son tan variadas como reveladoras.

“Para serte sincero, no me llama la atención. Siento que es aburrido, prefiero salir al cine o ver series en mi casa”, comenta Alan Martínez, de 28 años, empleado en una tienda departamental de Reynosa. “Además, ni sabía que había tantos museos en Tamaulipas”.

Lucía Carrizales, estudiante de preparatoria en Matamoros, expresa una percepción similar: “Nunca he ido a uno. En la escuela nos hablaron del MACT, pero no me pareció interesante. Prefiero ir al centro comercial con mis amigas. Los museos son para gente mayor o para los que les gusta mucho leer”.

Para María Fernanda Ortiz, madre de familia en Tampico, la falta de difusión también influye: “No sabemos qué hay en los museos. No hay publicidad, no se escucha nada en redes sociales ni en medios locales. Si no te metes a investigar, ni te enteras”.

Este tipo de opiniones ponen en evidencia una desconexión entre los museos y la vida cotidiana de las personas. La falta de hábito cultural, combinada con una escasa promoción institucional, reduce las posibilidades de que las nuevas generaciones desarrollen interés por estos espacios.

EL MUSEO COMO LUGAR INACCESIBLE

Aunque muchos de los museos del estado tienen entrada gratuita o precios simbólicos, también hay factores que dificultan su acceso. “Yo trabajo todo el día, y cuando descanso, quiero estar con mis hijos, no ir a un museo”, comenta Sergio Maldonado, técnico en mantenimiento de Ciudad Madero. “Además, a veces ni están abiertos en fin de semana”.

Algunos recintos, efectivamente, operan con horarios reducidos o sin personal suficiente para ampliar sus servicios. Otros presentan instalaciones deterioradas, falta de mantenimiento o carencia de contenido actualizado, lo cual desincentiva la visita.

Para Mariana de León, gestora cultural y promotora independiente, el problema es estructural: “Tamaulipas no ha priorizado la cultura como una herramienta de cohesión social. Hay proyectos aislados, buenas intenciones, pero sin una estrategia real. Los museos deben ser espacios vivos, con actividades constantes, colaboraciones con escuelas, universidades y artistas locales”.

CULTURA SIN ARRAIGO

El problema de fondo, sin embargo, podría estar en el arraigo cultural. “Muchos tamaulipecos no se sienten identificados con su pasado, ni con su presente cultural. No hay un relato común que nos una a través del arte o la historia. Y si no te reconoces en tu patrimonio, difícilmente vas a buscarlo”, apunta el historiador Carlos Gámez.

Las estadísticas del Inegi lo confirman: Tamaulipas es una de las entidades con menor número de visitantes por habitante, incluso por debajo de estados con menos infraestructura museística. A nivel nacional, la participación en actividades culturales se concentra en zonas urbanas con alta densidad educativa, lo que deja rezagadas a regiones como el noreste mexicano.

EL MUSEO COMO EXPERIENCIA, NO COMO OBLIGACIÓN

Una de las claves para revertir esta tendencia es cambiar la percepción del museo como un espacio estático o escolarizado. “Necesitamos transformar la experiencia museística para que sea atractiva y significativa para los públicos jóvenes”, dice Mariana de León. “Actividades interactivas, tecnología, espacios abiertos al diálogo, eventos nocturnos, talleres familiares… Hay muchas posibilidades si se quiere innovar”.

Otros estados han tenido éxito al integrar sus museos a circuitos turísticos, festivales culturales o programas educativos. El ejemplo más claro es Guanajuato, donde el Museo de las Momias o el de Diego Rivera forman parte del imaginario colectivo. En Monterrey, el Museo de Historia Mexicana y el MARCO han sabido posicionarse como espacios modernos, inclusivos y de constante actividad.

EL FUTURO DE LOS MUSEOS EN TAMAULIPAS

Frente a este panorama, la pregunta es: ¿tienen futuro los museos en Tamaulipas? Para muchos, la respuesta depende del compromiso institucional y del trabajo comunitario.

No basta con abrir las puertas: hay que generar puentes entre los contenidos y las personas. Requiere voluntad política, inversión sostenida, colaboración interinstitucional y, sobre todo, una visión que entienda la cultura como un derecho y no como un lujo.

Aun con cifras bajas, los museos tamaulipecos siguen siendo espacios con un potencial enorme para construir identidad, fomentar el pensamiento crítico y enriquecer la vida social. Pero si siguen vacíos, seguirán siendo testigos mudos de un desinterés que, más allá de lo anecdótico, representa un riesgo para el tejido cultural del estado.

Tamaulipas tiene historia. Tiene arte. Tiene voces. Solo falta que la gente las escuche.

JR

☀️ También puede interesarte:

Comentarios