“A Dios rogando y con el mazo dando, ayúdate que yo te ayudaré”
Son frases que nos demuestran lo que bien dice la Biblia: “La fe sin obras está muerta”.
En todo el mundo, muchas personas que afirman seguir a Jesucristo están muy metidas en la política. Algunos apoyan a ciertos candidatos y algunos partidos políticos para promover sus valores religiosos y morales. Por otra parte, los políticos se valen de las cuestiones morales y sociales para ganarse el apoyo de algunos grupos religiosos. Y a veces algunos líderes religiosos se presentan como candidatos a un puesto político. Incluso algunos países tienen como religión oficial a una religión considerada cristiana.
Lamentablemente, el usar a Dios para fines políticos es totalmente contrario al proceder que tuvo Jesucristo a quien la religión Cristiana reconoce como hijo de Dios, su actuar siempre neutral a la política de su tiempo quedó claro una y otra vez, al respecto la Biblia dice lo siguiente:
Al ver su poder para hacer milagros, su capacidad de liderazgo y su interés en el bienestar de las personas, llegaron a la conclusión de que Jesús sería un rey ideal (Juan 6:14). Y no es de extrañar. Después de todo, su amada nación estaba en manos de un tiránico imperio extranjero, y soñaban con encontrar un buen líder que los liberara. Así pues, empezaron a presionar a Jesús para que participara en la política de su tiempo. ¿Qué hizo él?
El relato bíblico explica: “Sabiendo que estaban a punto de venir y prenderlo para hacerlo rey, se retiró otra vez a la montaña, él solo” (Juan 6:15). Sus actos hablaron por él: era obvio que no tenía ninguna intención de intervenir en la política del país. Y su posición jamás fue negociable. Además, siempre fue enfático en denunciar conductas hipócritas llenas de avaricia y malos desempeños
Dejaré las siguientes citas bíblicas para recordar que lo importante no es solo hacer oración y ruego, si nuestras acciones no son de trabajo honesto y diligencia no son gratas para Dios.
Jesús continúa: “¡Ay de ustedes, fariseos, porque les encanta ocupar los asientos del frente en las sinagogas y que los estén saludando en las plazas de mercado! ¡Ay de ustedes, porque son como esas tumbas que casi no se ven: la gente camina por encima y no lo sabe!” (Lucas 11:43, 44). Así es, las personas podían pisar esas tumbas sin querer y hacerse impuras en sentido ceremonial. Jesús se vale de ese hecho para subrayar que la impureza de los fariseos no se percibe a simple vista (Mateo 23:27).
“¡Ay también de ustedes, los expertos en la Ley, porque ponen sobre la gente cargas difíciles de llevar, pero ustedes mismos no las tocan ni con un dedo! ¡Ay de ustedes, porque construyen las tumbas de los profetas, pero sus antepasados los mataron!” (Lucas 11:45)
“¡Ay de ustedes, escribas y fariseos! ¡Hipócritas! Porque parecen sepulcros blanqueados, que se ven muy bonitos por fuera, pero que por dentro están llenos de huesos de muertos y de todo tipo de impureza. Así son ustedes: por fuera, ante la gente, parecen personas justas, pero por dentro están llenos de hipocresía y maldad. (Mateo 23: 27, 28)
¡Hasta la próxima entrega, saludos cordiales desde el Averno Político!