mayo 6, 2025
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María José Zorrilla

A reactivar la tierra

mayo 4, 2025 | 29 vistas

María José Zorrilla

En estos tiempos tan convulsos y complejos, decidir una carrera a seguir para un joven no debe ser tarea fácil. En realidad, en la etapa de cambio de la vida adolescente a la adultez tomar decisiones que pueden repercutir en el futuro nunca ha sido pan comido. Ni antes ni después, no obstante, considero que, hoy día la vida plantea mayores retos y el factor económico sigue siendo un obstáculo para estudiar o para no estudiar, para decidirse por X o por Y carrera. En este aspecto hay una gran influencia de los medios de comunicación impresos, digitales, visuales, redes sociales, plataformas y aplicaciones al otorgar gran valor a trabajos de rápida remuneración, de acciones efímeras y a veces hasta peligrosas.

No parece haber preocupación por presentar otras opciones de vida para las futuras generaciones.  Paradójicamente se han llegado a hacer memes de situaciones donde de pronto se ve una persona desmayada en la calle y la gente que va pasando dice urge ayuda, alguien dice yo soy youtuber, otro dice yo ifluencer, otro dice yo soy tiktoker y otro dice yo soy nini y mientras tanto el hombre permanece inmóvil en el pavimento sin ayuda alguna. Es verdaderamente una triste parodia de lo que podría ser nuestro futuro inmediato si no ponemos una mayor atención a los chicos de las comunidades que están alejadas de estos mundos digitales que cada vez nos separan más y nos alejan de la realidad cotidiana. Por fortuna siempre hay jóvenes que tienen muy claro qué quieren estudiar desde pequeños, la vocación les viene desde niños y persiguen su sueño con gran ilusión, pero hay muchos otros que ni con una orientación vocacional adecuada están decididos por algo en especial. Otros saben que desean ser alguien en la vida y estudian una carrera para salir adelante y lo logran.

Hace un par de días fui a un evento deportivo en Vallarta que reúne a basquetbolistas y futbolistas de tres países desde hace 35 años y convoca a cientos de niños y jóvenes a una Copa de futbol nacional.  Entre los reconocimientos se reconocía a Piero Soto un joven estudiante que había diseñado un tablero electrónico de basquetbol para la cancha del Estadio Municipal. Me dio mucho gusto saber que hay talento y nos da esperanzas de que hay jóvenes interesados en algo más que hacer un tiktok de dos minutos. Leía en el ABC de España que hay una carrera que es poco solicitada por los estudiantes a pesar de tener gran demanda en el mercado laboral. Se trata de la carrera de Ingeniero Agrónomo. Investigué un poco y en nuestro país tampoco ha crecido la demanda por elegir esta carrera. De niña en mi natal Victoria las carreras de veterinaria y agronomía eran de lo más popular y eran muchos los jóvenes de otros estados del Norte del país que venían a estudiar a la prestigiada UAT. Parece que las cifras de ayer son muy distintas a las que hoy se reportan no solo en la UAT sino en todo el país. Según datos recabados por el ANUIES en el ciclo escolar 2020-2021, el total de egresados de estas carreras a nivel nacional apenas representan 1.9% del total de los 884,731 egresados en México de instituciones de Educación Superior. No estaría mal empezar a generar sinergias para alentar a los jóvenes a retomar carreras productivas como la de ingeniero agrónomo, ante la inminente escasez de suelos limpios y manejo orgánico en la producción de alimentos. Una manufactura limpia y ordenada de los alimentos toman gran relevancia ante la creciente demanda de públicos más informados, una gastronomía más sofisticada y más conscientes de los daños a la salud de pesticidas, fertilizantes y conservadores que antaño eran de uso común y ahora empiezan a ser altamente cuestionados.  No podemos olvidar que la globalización ha desencadenado nuevos problemas, la preocupación por la salud otros y la política mundial ha marcado rumbos inciertos.  En el interín, el autoconsumo y producción de alimentos saludables empiezan a ser temas torales con el consecuente estudio de suelos. A reactivar la tierra con sustentabilidad, optimizar recursos, semillas, control de plagas, de riego entre muchas otras necesidades y aplicaciones para quienes se dedicarán a estudiar las ciencias que se encargarán de alimentar de manera saludable al planeta.  

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