abril 10, 2025
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Dhena Mansur Sánchez

A tres años de su llegada

noviembre 25, 2024 | 225 vistas

Muy buenos días, queridos lectores, gracias por permanecer fieles al diario de los bien informados y a cada una de las columnas de mis colegas, así como a esta la de El Lado Amable.

En esta ocasión nos encontramos ante un motivo de gozo y de festejo, ya que hace unos cuantos días se cumplieron ya tres años de la llegada de Monseñor Oscar Efraín Tamez Villarreal a nuestra querida Ciudad Victoria.

Un ser humano tan sencillo, humilde, cálido, amiguero, jovial y energético que desde aquel primer día como nuevo Obispo, nos apantalló con su calidez humana y cobijo.

Desde que inició su nueva misión ya como Obispo Titular a mediados del mes de noviembre de 2021 y hasta la fecha, hemos comprobado lo afortunados que somos al tenerlo.

Recordando su llegada a Victoria que en lo personal jamás olvidaré por haberme otorgado ese enorme privilegio de tener un extenso y hogareño diálogo con él, mismo que nos permitió conocer su persona, así como sus planes, tengo que traer a colación dichas palabras, ya que con ellas podemos comprobar cómo se convirtieron en una realidad.

Recuerdo perfectamente uno de sus propósitos, el de conocer a fondo cada una de las parroquias, hoy en día el ya conoce las 35 parroquias, las dos rectorías y también las dos misiones parroquiales algo que solo nos demuestra su gran interés de acercamiento ya que es un ser humano incansable, adjetivo con el cual también describo su fervor a Dios.

Monseñor Oscar no solo ha logrado un acercamiento con la comunidad eclesiástica, gracias a sus imparables recorridos, mantiene una cercanía con el desvalido, el enfermo y cualquiera que necesite de Dios, ha estado cerca de hospitales, infinidad de comunidades religiosas, el seminario y muchos otros grupos parroquiales.

En aquella entrevista a un día de su llegada a la capital, le externé que todos vivíamos tiempos de inquietud e incertidumbre por la pandemia, por ello clamábamos por un rayo de esperanza y dicho y hecho, todo ese tiempo y después de la contingencia, Monseñor Oscar ha sido una figura paternal para todos y cada uno de nosotros, la guía que nos hacía falta, la luz en el camino, el calor, la alegría y un recordatorio humano de que la verdadera fe es inquebrantable.

Algo que tengo que aplaudirle y sé que muchos coincidirán conmigo es como nuestro Obispo nos ha sorprendido con su manera de hacer de su figura una figura presente también en el mundo cibernético, con su constante presencia en redes sociales y compartiendo también las eucaristías a todos los feligreses, eso es digno de admirarse porque tenemos a un Obispo cercano y accesible cada que cualquiera necesite de la palabra de Dios.

Todas sus obras y su actuar han fortalecido a nuestra Iglesia y esto es gracias a su entereza, fuerza, constancia y convicción.

Así como usted se ha encargado desde su llegada de pulir la casa de Dios, nosotros le prometemos que seguiremos puliendo la que nos toca, es decir la nuestra, siento que eso es todo y a la vez lo único que Dios necesita de nosotros, enriquecer nuestra vida espiritual para que seamos cada vez mejores seres humanos y de esa forma desde el amor, amemos a nuestra familia, así como a nuestro prójimo.

¡Gracias por todo, Señor Obispo!

Usted es un ángel que Dios nos envió.

@DhenaMansur

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