Por Mauricio Zapata.-
Independientemente de lo que hizo la Fiscalía estatal y las
autoridades locales, que lo ponderaron como un logro, pero es su obligación
hacerlo, el caso de la muerte del motociclista debe prender los focos rojos.
No es la primera vez de un desenlace fatal en este tipo de accidentes,
es decir, en donde participa el conductor de una moto.
Y cuando sucede, por ahí algún funcionario anuncia que habrá cero
tolerancia, pero les dura muy poco el chiste.
El tema no es que hagan un operativo de un par de días, sino que
corten de raíz el problema.
Ya lo habíamos abordado en este mismo espacio: deben poner más
atención y ser más estrictos en dar licencias y permitir que algunos manejen
como si fueran los dueños del asfalto.
Hay una cantidad enorme de motocicletas. Pero ese no es el
problema. Es un medio barato para la gente, además de que es un medio
también para que muchos tengan un empleo.
El problema es no hay protocolos estrictos para otorgar licencias a los
que conducen una moto. Los accidentes crecen y crecen y crecen y no hay
quien ponga un remedio.
Urge que analicen bien el tema y, con inteligencia, establezcan
medidas para prevenir tanto percance vial.
Urge que alguien use su cabeza para establecer un reglamento, pero
no solo eso, sino que hagan que éste funcione y se respete.
No puede seguir habiendo familias enlutadas porque no saben cómo
remediar este asunto que se está convirtiendo en un problema de vida o
muerte.
Es necesario que en esas mesas de seguridad ya atiendan esta
situación y propongan verdaderas soluciones. Pero soluciones reales, no
discursos ni declaraciones para salir en la foto.
Ya es tiempo de que haya una solución para ya no permitir tanto
accidente de consecuencias fatales. Urge, pues, más cultura vial.
EN CINCO PALABRAS.- ¿O cuántas muertes seguirán permitiendo?
PUNTO FINAL.- “El problema no es el pozo, sino que no lo tapan a
tiempo”: Cirilo Stofenmacher.
Twitter: @Mauri_Zapata