Claudia Vázquez Andrade.-
Bien dicen que no hay mal que dure cien años, y eso lo acaban de confirmar los victorenses, quienes después de poco más de seis años de vivir en el olvido, el gobierno de Américo Villarreal Anaya viene a consentirlos con una serie de obras de beneficio social y la entrega de equipo, como es el caso de camiones recolectores de basura.
La verdad, para nadie es un secreto que la Capital de Tamaulipas no estaba dentro del interés del gobierno de los vientos de cambio, y tampoco de quienes estuvieron y están al frente de la presidencia municipal, de tal manera que la ciudad se encontraba en una situación deplorable.
La demanda constante de la ciudadanía son tapar los incontables baches, recolectar la basura que abunda por doquier, mejorar el alumbrado público, recuperar las áreas verdes enmontadas, y ni que decir de la falla en el abasto y distribución del agua.
El caso es que con la llegada de Américo Villarreal al gobierno de Tamaulipas, la situación de la Capital de la política, como se conoce a Victoria, empezó a registrar una serie de cambios que se refleja en su entorno.
Así que, en un acto protocolario en la colonia que lleva el nombre de su padre, el Dr. Américo informó a los victorenses que han mejorado más de 151 mil metros cuadrados de pavimentación, con un costo de 189 millones de pesos, a la vez que entregó un total de 19 cuadras correspondientes a más de 20 mil metros cuadrados de pavimento hidráulico con un importe de 31 millones de pesos, y se sustituyeron 191 tomas y descargas sanitarias y más de 338 metros lineales de tubería de agua potable y drenaje, que incluyen a las colonias Américo Villarreal, Estudiantil y Altavista.
Pero además, los beneficios no pararon ahí, pues también entregó más cinco mil metros lineales de guarniciones y banquetas, y la reposición de 40 lámparas de alumbrado público, beneficiando a más de dos mil 400 victorenses.
La cereza del pastel fue la entrega de 12 camiones de última generación para la recolección de basura, lo que vendrá a solucionar una problemática que se estaba agudizando.
No cabe duda, cuando hay voluntad política se refleja en las acciones de gobierno, y es ahí en donde el ciudadano común termina reconociendo sus acciones. Ahora sí que, como dice otro dicho… honor a quien honor merece.
LA ÚLTIMA
Los que no terminan de entenderse, son los diputados de la bancada morenista del Congreso de Tamaulipas con el auditor superior del Estado, Jorge Espino Ascanio, pues éste continúa “montado en su macho” de no entregar las cuentas públicas que le requieren, y los diputados siguen aplicándole multas para “doblarlo”.
Ahora, el órgano legislativo aprobó el acuerdo del nuevo medio de apremio, que consiste en el pago de 150 veces el valor de la Unidad de Medida y Actualización (UMA).
En pocas palabras, le impusieron otra multa, ahora son 15 mil 561 pesos, y un plazo de seis horas para que entregue los expedientes, que guardan la operación financiera del Ejecutivo Estatal, la Fiscalía General de Justicia, el Poder Judicial, la UAT, Compa de Tampico-Madero, el Sistema DIF Estatal y la Secretaría de Salud, entre otros más, pues hay que recordar que le están requiriendo 42 cuentas públicas.
A decir de algunos legisladores de Morena, están seguros que el Auditor está dispuesto a prolongar lo más posible la entrega de esos documentos, lo que lleva a presumirles que la intención es proteger al gobierno y colaboradores de Cabeza de Vaca, sin importarle los pesos o miles que tenga que pagar de su bolsa.
Sin embargo, están convencidos que solo será cuestión de tiempo para que Espino Ascanio termine cediendo, porque la ley le obligará, pero también cabe la posibilidad que ante la renuencia de cumplir una orden superior, porque quedó claro que es un empleado del Congreso del Estado, y la presunción de servir a intereses ajenos a los del Poder Legislativo, el Auditor podría ser relevado del cargo por incumplimiento y pérdida de confianza.
De ese tamaño ha de estar el compromiso.