Mañana empieza el llamado período de reflexión del proceso electoral 2024, y con ello también la cuenta regresiva para ir a las urnas a elegir al próximo presidente o presidenta del país, a la nueva legislatura de la cámara alta y también de la baja; a los gobernadores de las entidades que están en juego, así como los diputados locales y presidentes municipales, como es el caso de Tamaulipas.
Quizás hoy como nunca, partidos políticos, candidatos y autoridades de todos los niveles deberían de entrar en una verdadera reflexión sobre el clima de inseguridad que se está viviendo en diversas regiones del país, para encontrar una solución inmediata, porque eso no favorece a nadie y tampoco abona a la democracia.
En Tamaulipas y otras entidades, se han vivido procesos eleccionarios en escenarios difíciles, sin embargo, en su momento, pese a las circunstancias, no pusieron en riesgo su desarrollo y menos la misma elección.
Esta contienda, considerada la más grande, y llamada “la madre” de todas las elecciones, ha traído desencuentros e inconformidades entre los actores políticos.
Pero a unos días de llegar a las urnas, se tendría que ver con claridad y seriedad que sucede en todos los escenarios para que no se enrarezca el ambiente político.
Los mexicanos, y por supuesto los tamaulipecos, demandan un clima de tranquilidad y seguridad para salir a ejercer su derecho constitucional, que exista garantía de que se acudirá a la mesa receptora de votos sin contratiempos.
No queda la menor duda de que los electores están a la espera del próximo domingo para acudir a las urnas y emitir el sufragio.
Recuerde… el voto es libre, directo y secreto… salgamos a votar este 02 de junio….
LA ÚLTIMA:
Los “candidatos” no han terminado de entender que los tiempos han cambiado, que el elector aprendió a manejarse políticamente, de ahí, que, con la misma sonrisa y simpatía del abanderado, le reciba la gorra, el banderín, la playera, vaya hasta los apoyos en especie, y finalmente emita su voto en función de su interés personal.
Por ello, también se ha vuelto “normal”, ver cierres en donde son cientos o miles de personas que acudieron, pero muchos de ellos fueron “acarreados” y los que no, solo acudieron por ver al artista, o escuchar la música del grupo que presentaron.
La historia ha consignado cierres de campaña espectaculares en la entidad, y esos candidatos, con todo el musculo que presuntamente mostraron, finalmente perdieron la elección.
Pero como dicen que la costumbre se vuelve ley, los cierres se siguen dando, y hoy, que es el último día para hacer proselitismo, aventaran toda la carne al asador.
Y como dicen, que el prometer no empobrece, pues a darle, que pasarán tres años para verlos otra vez en la calle o en la puerta de su casa…