La semana pasada tuve la oportunidad de asistir a la presentación del libro “Ah pues sí”, de la maestra Alicia Caballero Galindo.
Estuve a nombre del Lic. José Cárdenas del Avellano y de la Lic. Alejandra Cárdenas Castillejos como directivos y empresarios de EL DIARIO.
Y es que ese libro es una serie de cuentos, la mayoría de ellos publicados en las páginas de este medio de comunicación a lo largo de muchos años.
La maestra Alicia es una de las escritoras más destacadas de Tamaulipas y cada semana escribe un relato o cuento dentro de su columna “Balcón del pensamiento”, que se publica todos los viernes en EL DIARIO.
Es un libro muy recomendado que se lee en una sentada por la fascinante narrativa de la autora.
Cabe señalar que me dio el privilegio de escribir el prólogo de ese libro, y bueno, el objetivo de la colaboración de hoy es, precisamente, compartirles ese escrito que nos pidió la maestra Alicia Caballero y que a continuación, se los transcribo:
PRÓLOGO
Los cuentos y relatos siempre nos llevan a diversas profundidades que, en muchas ocasiones, marcan el destino de alguien.
Siempre hay un título, una historia, una frase, una textual o un personaje que nos identifica de una u otra forma.
‘Ah, pues sí’ es el caso. Y es que la confusión primaveral de las chicas matamoscas en el pueblo ‘La Guayaba’ nos trasladan a que la vida es eso: miles de historias por contar.
La lectura de este tipo de relatos, que al final del día son una reflexión misma, porque son los díceres de pueblo que nos enredan la pita o hacen que los enredos nos digan que no lo volveremos a hacer.
Las historias que nos trasladan al barrio, a la colonia, a la calle, al ejido a la vida misma que a diario vivimos nos vuelven uno o muchos de los personajes que en esta entrega se describen.
Los viejos rencores que vemos en la psicología en venta o la vuelta en el mercado en donde ocurre todo y nada entendemos a la perfección que doña Ramoncita no tuvo la culpa, sino que el sordo no oye, pero bien que compone.
La autora de estos relatos tiene la experiencia de muchos años para describir cada uno de los cuentos que aquí se plasman de una manera magistral que hace que la lectura se haga, no solo agradable, sino ágil y con ganas de seguir leyendo más.
Los diecinueve cuentos nos guían a la sociedad con la que convivimos diariamente y con la que nos identificamos. Con esa gente a la que todos los días vemos y escuchamos y que siempre tienen algo que contarnos y decirnos, pero sobre todo: que nos hace hacer una pausa para reflexionar y establecer la comunidad en la que vivimos.
Estos cuentos los podemos leer una y otra vez y no nos cansamos de buscar una similitud que nos permita identificar lo que la sociedad de hoy vive. Una sociedad atrapada en la tecnología, en la banalidad de la modernidad, pero que, muy en el fondo, añora y desea que todo regrese a una ‘normalidad’ que nos permita vernos a los ojos y expresarnos con el habla y no con la estresante aplicación de la modernidad.
Hasta ahí el texto.
De verdad, les recomiendo que adquieran y lean “Ah pue sí”. Les va a gustar, sean o no aficionados a la lectura.
EN CINCO PALABRAS.- Nunca se cansen de leer.
PUNTO FINAL.- “Cada historia está hecha de mil historias”: Cirilo Stofenmacher.
@Mauri_Zapata