octubre 22, 2024
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Rafael Diez Piñeyro

Al que obra mal…

octubre 21, 2024 | 25 vistas

La sabiduría mexicana combinada con cierta picardía, está descubriendo que la farsa de la reciente elección para decidir el tipo de gobierno municipal en Victoria, la otrora Ciudad Limpia, Ciudad Amable, está cobrando su factura por la terrible decisión de designar a Eduardo Gattás como la máxima autoridad municipal.

El no saber cumplir con la palabra empeñada, el rodearse de guaruras en lugar de personas preparadas y educadas, los lisonjeros en la nómina municipal, pero, sobre todo, mentir y engañar a cuanto ciudadano victorense se reunía con él en eventos para trazar las acciones en beneficio de la Ciudad.

Lo peor que le puede pasar a un político es cuando pierde la credibilidad y confianza de sus gobernados. Es difícil convencer a un electorado que perdió la credibilidad en sus líderes. Hay quienes afirman que cuando un político pierde la confianza del pueblo es como cuando se pierde la virginidad, se pierde una vez y ya no se puede recuperar.

Victoria la capital del estado, la ciudad en donde radican los Poderes que gobiernan y administran Tamaulipas…

La ciudad en donde nació el actual Gobernador, merece un alcalde que se sienta orgulloso de servir a su comunidad y que cuando comprometa su palabra la cumpla.

Gattás lejos de cumplir los compromisos que adquiría se escondía de la ciudadanía y rehuía sus cumplimientos. Los habitantes del Fraccionamiento Valle de Aguayo son un ejemplo de lo comentado en estas líneas.

Victoria, merece un gobierno comprometido con la ciudadanía, terrible fue la experiencia por la falta de obras y servicios para tener, como antes, agua, luz y una recolección de basura al alcance de la Capital de los tamaulipecos.

Ojalá quien reciba la estafeta para gobernar y servir a la ciudadanía victorense, recuerde que la sensibilidad de sus habitantes fue burlada y ofendida por autoridades (?), que se comprometieron a servir y cumplir con la palabra empeñada y terminaron burlándose del pueblo.

Eduardo Gattás tendrá que someterse al juicio de la ciudadanía.

Pronto tendrá que rendir cuentas de un gobierno fallido y que a base de mentiras y engaños llegó a sorprender a quien le depositó su confianza para servir los victorenses.

Por todo lo anterior, no sería ninguna sorpresa que pronto la sociedad civil victorense conozca la intervención del Congreso del Estado para separar de su cargo a un político (?) que no supo responder a la confianza que el pueblo le confirió. Por eso el título de este esfuerzo editorial, “al que obra mal…”.

Victoria la orgullosa capital tamaulipeca merece otro tipo de autoridades.

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