diciembre 11, 2024
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Alarma por gusano barrenador del ganado

noviembre 29, 2024 | 87 vistas

Luego de propagarse la noticia de haber encontrado un bovino infestado por gusano barrenador del ganado en la frontera sur de México, el Gobierno de los Estados Unidos cerró temporalmente la frontera con nuestro país para la importación de becerros en pie.

Por ello, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del Gobierno federal, a través de Senasica, ha fortalecido las medidas de vigilancia epidemiológica para evitar el ingreso legal de ganado infectado.

Ante esta situación, la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas, la cual es presidida por el ingeniero Homero García de la Llata, de manera contundente ha solicitado el cierre total a la importación de ganado barato de centro y sur América.

El principal objetivo de los ganaderos organizados es proteger su actividad de esta plaga, la cual había estado ausente en nuestro país por más de 30 años.

Estamos hablando que la industria ganadera de México, la cual contempla la producción de carne y leche, cuenta con un inventario de 36 millones de cabezas de ganado y donde más de 800 mil productores, tanto pequeños, medianos y grandes, dependemos económicamente.

Esto quiere decir que todo aquel ganado que pretenda ingresar habrá de ser inspeccionado, primero con perros adiestrados en detectar cualquier indicio de este gusano, será bañado por inmersión en los corrales cuarentenarios destinados para ello y se le aplicará un desparasitante inyectado.

Luego de lo anterior, y como lo hacemos en las casetas de inspección, el vehículo, jaula o remolque serán flejados hasta su destino, también recibirán una constancia del tratamiento, la cual será necesaria para continuar su camino.

El gusano barrenador del ganado, conocido coloquialmente como gusaneras, son en realidad las larvas de la mosca, que fueron depositadas en forma de huevecillos en las heridas abiertas de mamíferos de sangre caliente, esto incluye a los humanos, equinos, mascotas como perros y gatos, y por supuesto a los bovinos.

Lo peculiar de estas larvas o gusanos es que se alimentan de la masa muscular, es decir, “carne viva”, y generan una infección, que si no se trata oportunamente puede llegar a ocasionar la muerte.

Las heridas donde comúnmente se puede encontrar son muy variadas, por lo que no podemos perder de vista una vaca parida, el ombligo de un becerro al nacer, el descorne, el marcado, incluso cirugías como castraciones, hasta picaduras de garrapatas y mordeduras de murciélagos.

Por ello la recomendación a los productores ganaderos de revisar periódicamente su ganado, quienes estamos familiarizados con nuestras vacas en el puro semblante identificamos cualquier detalle, pero también es importante atender cualquier lesión o herida, abastecer nuestro botiquín veterinario con básicos como el espray morado con insecticida, desparasitante a base de ivermectina, contar con algún antibiótico, analgésico y por supuesto, jeringas, guantes y gasas.

Es importante saber que el Comité para el Fomento y Protección Pecuaria cuenta con tubos para muestrear alguna gusanera encontrada y debemos tener en cuenta que, en cualquier caso sospechoso, debemos dar aviso a las autoridades.

Recordemos que en 1972 México y Estados Unidos firmaron un convenio bilateral para iniciar los trabajos de erradicación de este parásito. Así crearon la Comisión México-Americana para la Erradicación del Gusano Barrenador del Ganado conocida en aquellos años como COMEXA, la cual tenía el propósito de crear una zona libre de la mosca, a más de tres mil kilómetros de distancia de la frontera de ambos países.

Como resultado de esta alianza, en 1976 el Gobierno de México puso en operación una planta de cría y esterilización de machos de gusano barrenador en Chiapas, la cual fue determinante para lograr la erradicación de la plaga en 1991.

Años atrás, en Tamaulipas, el 27 de noviembre de 1986 se firmó la declaratoria donde el estado se encontraba libre del gusano barrenador del ganado, esto luego de desarrollar una intensa campaña de diagnóstico, control, erradicación y vigilancia. En consecuencia, se levantaron todas las medidas restrictivas de transporte, tránsito y comercialización del ganado.

Hoy, con el cierre de la frontera para exportar nuestros becerros, la economía de productores, acopiadores y comercializadores se ve afectada sustancialmente; esperemos que los resultados de las negociaciones entre las autoridades de ambos países pronto lleguen a un acuerdo que permita al menos a los estados exportadores seguir realizando la venta de ganado con las debidas medidas.

Por lo pronto compañeros ganaderos, no relajemos la guardia, ya que, aunque no está comprobado, esta plaga ya la tenemos en la puerta del rancho.

Hasta la próxima.

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