Rafael Diez Piñeyro
Los recientes fracasos en sus convocatorias para apoderarse de la dirigencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI. Ahí en esas fallidas convocatorias se le ha demostrado que no tiene la aceptación, ni la mayoría para aspirar a una legítima dirigencia.
Herido de muerte el viejo dinosaurio no tiene quién o quiénes lo salven de su inminente desaparición de la faz de la arena política.
Lo que el despreciable sujeto de marras, “Alito” pretende, es de apoderarse y esquilmar a los aún agremiados del PRI de los últimos pesos y centavos que le corresponden por prestarse a la reciente farsa electoral.
Vaya ridículo el que siguen haciendo las mal llamadas “autoridades electorales”. ¡Tanto el INE como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no encontraron en la reciente elección presidencial un solo motivo o causa para anular ¡UN SÓLO VOTO!, y de manera más que sospechosa se declaró válida la elección presidencial.
Imagínese lectora-lector lo que le espera al pueblo de MÉXICO cuando el mismo Tribunal de marras le toque calificar la sobrerrepresentación de diputados.
Qué no le sigan rascando cierta parte del cuerpo al burlado pueblo de México. Negro panorama se ciñe en el cielo de nuestro pueblo cuando todos los días se comprueban las relaciones del narco con el gobierno.
Todo lo oscuro de las diversas campañas de AMLO para obtener recursos ilícitos se está descubriendo día con día.
Todavía falta tiempo para conocer a fondo las oscuras relaciones de cierta clase política con los grandes mafiosos del país.
El tiempo pondrá a cada uno en su lugar. La época de las mentiras repetidas en las mañaneras está llegando a su fin.
La recuperación del Palacio Nacional como un recinto del pueblo será una realidad.
No lo olviden los ahora privilegiados que la justicia del pueblo llegará más tarde que temprano.