Siguen arriba los bonos de Américo Villarreal ante el Gobierno de la República. Empezó a batear en ligas nacionales y hay quienes se atreven a decir que, si gana la Presidencia Claudia Sheinbaum, ocuparía la cartera de Salud en el gabinete.
Muy temprano para decirlo. Cierto, viaja -lugar privilegiado- en el tren de la ex Jefa de Gobierno, es un brillante médico especialista, pero faltan meses para las decisiones.
Se ha ganado a pulso la estimación del Presidente López Obrador, y no de la nada sino al encabezar un gobierno honesto y humanista, muy activo en generar el despegue económico de Tamaulipas.
En la “mañanera” de este martes, a nombre propio y de otros 22 gobernadores, AVA dirigió el mensaje central en la firma del Acuerdo Nacional para la Federalización del Sistema de Salud para el Bienestar, por el cual será beneficiada el 80 por ciento de la población que no cuenta con servicios médicos.
Sin duda una distinción para él y Tamaulipas, que no tenía un Gobernador desde hace por lo menos medio siglo.
Está muy cerca del poder central y no pierde oportunidad de aterrizar beneficios para sus paisanos, como son las inversiones oficiales y proyectos privados que desde allá se canalizan a territorio y, para lo que viene, goza de la confianza de la casi segura próxima Presidenta.
Sin embargo, hay que decirlo con claridad, no creemos que Américo acepte un cargo en el gabinete -de AMLO o de Claudia- dejando la conducción del estado que lo vio nacer.
Pronunció ante el jefe del ejecutivo, gobernadores y periodistas un mensaje corto, sin triunfalismos, aceptando que hay dos grandes retos a los que se enfrentarán sus similares, incluido él.
El primero fortalecer el sector, contar con infraestructura y equipamiento, insumos y medicamentos suficientes, y segundo los recursos humanos, los especialistas que hacen falta.
“Hay que abatir también este rezago tan importante”, dijo el tamaulipeco. Lo sabe como parte del sector salud por más de 35 años.
Para aquellos que ya buscan sucesor en Palacio, hay que recordarles que el médico tiene principios y no es capaz de abandonar a los tamaulipecos a dos tercios del camino. Sería como quedar mal con la historia que comenzó a escribir su padre, también Gobernador, quien concluyó el sexenio con bastantes medallas.
Américo tiene bien arraigado uno de los principios fundamentales del obradorismo, en que “lo más importante son los encargos y no los cargos”.
Si en otros sexenios no había escrúpulos y pasaron por Palacio Estatal vulgares ambiciosos, la historia contemporánea nos dice que ningún Gobernador ni ex Gobernadores brincaron al gabinete federal.
La excepción fueron dos políticos a los que el pueblo sigue recordando, Emilio Portes Gil y Marte R. Gómez, pese a los años.
En el transcurrir de la República solo siete paisanos han ocupado una secretaría de estado, el último Baltazar Hinojosa Ochoa, ex jefe de Agricultura (después que perdió la gubernatura).
Tema aparte, también en la Ciudad de los Palacios, las circunstancias terminaron de “doblar” a Arnulfo Rodríguez Treviño, renegado dirigente de la sección 30 del SNTE, en su insistencia de tirarle patadas al balancín.
Es el último de los “cuatro lobitos” que, junto con Enrique Meléndez Pérez, Oscar Martín Ramos Salinas y Noé Rodríguez García, comieron de la mano de la cacique Elba Esther Gordillo y hasta un día expresaron estar dispuestos a dar la vida por ella.
Les dejó la herencia de querer arreglar los problemas a gritos y patadas.
Don Arnulfo regresó a la gran capital con menos soberbia, más tratable y colaborador. Le bajaron los “humos” como dice la raza de gayola.
En la SET, salón Benito Juárez, se dio un apretón de manos con la titular de la secretaría en Tamaulipas, Lucía Aimé Castillo Pastor, a la que un mes antes lanzaba sapos y culebras.
El viejo pensó que eran los tiempos de Doña Elba. Quería doblar al gobierno de Américo y lo doblaron sin condiciones. Salió “doblado”.
Resaltar, sí, que esta vez ganaron las bases, aquellos que se manchan las uñas con gis, que están frente a grupo. Federación y estado les resolverán deudas añejas y destrabarán asuntos pendientes.
Le bajó rayitas. De querer correr a Aimé, estableció el compromiso de trabajar por la educación junto al Gobierno del Estado. Nada le costaba. Sus amigos, como Ulises Ruiz, le calentaron la cabeza.
A las 13:00 horas de este martes dieron por concluida la última mesa de negociaciones SET-SNTE con la gente de Arnulfillo. El 13 de octubre la SET recibirá relación, documentos y soporte de pagos pendientes desde 2019.
Para el martes 17 se instalarán aquí mesa de trabajo para darle seguimiento a la regularización de techos financieros.
A más tardar el 23 de octubre la Usicamm y SEP contarán con un criterio homologado para movimientos de permuta, y así sucesivamente se destrabarán broncas. Ganaron los profes que sí trabajan.
Tan bonitos que son el diálogo y la conformidad. Seguirá reuniéndose con Aimé, oficialmente su jefa. Los perjudicados son los educandos que se quedaron dos semanas sin clases.