Desde mi columna “El Cuchillo: ¿Para quién?”, hasta las declaraciones del gobernador Américo Villarreal Anaya, los escenarios de la crisis hídrica se despejan.
Una vez más, el Médico Cardiólogo que gobierna a Tamaulipas da claras muestras y sendos ejemplos de su compromiso con su pueblo, pero también de sus convicciones a favor de la verdad.
Américo desmintió este lunes el griterío mediático y disonante, tantas veces trascendido por quienes abusan de las redes sociales, convirtiéndolas en un estrépito maligno, importándoles nada las consecuencias de informaciones tergiversadas.
Villarreal Anaya precisó que la presunta desautorización de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para el trasvase de El Cuchillo a la presa Marte R. Gómez fue un tema meramente mediático.
Caray, ¿hasta dónde llegará esta sociedad aturdida en medio de un laberinto de mentiras y de un caos que invita al odio generalizado contra instituciones que no han expresado lo que se les achaca?
Pudiera ser que la temporada electoral sea propicia para engaños, enredos y sainetes, buscando (al costo que sea) ganancias políticas que hagan de la competencia electoral una alternativa –vista por la ciudadanía– como lo más indigna y despreciable.
SI NO HAY AGUA, AL MENOS INDEMNIZACIONES
Señala Américo Villarreal Anaya que la posibilidad del trasvase aún se evalúa y analiza, y,por ende, su autorización se encuentra en condiciones de posibilidad. Puede ser.
Vistas las cosas de esa manera, el mandatario apela al equilibrio de los derechos de todos al agua, para el consumo humano como para el sector agropecuario.
Todos tienen derecho, sintetiza el Gobernador de Tamaulipas, y ahí es donde emergen las mentes sobresalientes de los políticos competentes para que las cosas funcionen.
Es decir, no es negar por negar a unos para darle a otros, ni tampoco es cuestión de que “son de otro estado y color político” (y además “no son prioridad”) o de restarle importancia a la actividad agropecuaria de casi cinco mil agricultores del Distrito 026.
Ahí es entrarle al tema exigiendo se respeten los acuerdos legales (del “escurrimiento de agua” pactado en 1996) con el vecino estado de Nuevo León, pero simultáneamente precisar mediante un puntual e inteligente intercambio político, considerando, con la imparcial intervención federal, que los productores del norte de Tamaulipas tienen 27 años tomando en cuenta ese suministro de agua.
En ese sentido, Samuel García, gobernador nuevoleonés, no puede ser apoyado en su negativa, cuando su decisión implica intereses electorales en su aspiración delirante de ir por la Presidencia de la República.
Él sabe que sólo hará ruido, que los trasfondos políticos están a la vista, y que la negativa al trasvase deteriora y degrada el Estado de derecho, pues la estratagema prepotente de vender ese ruido haciendo pasar en estos momentos a Tamaulipas como un enemigo que debe ser derrotado, le beneficia enormemente.
Y eso a pesar del tremendo pleito que se trae con el Congreso de Nuevo León, que lo pinta de cuerpo entero.
Esperemos que en la visita que haga este viernes a Victoria el director general de la Conagua, Germán Martínez Santoyo, a fin de reunirse con el gobernador Américo Villarreal Anaya, reaccione el Gobierno Federal al menos con indemnizaciones masivas, incluyendo en esa respuesta el trascendental tema de la segunda línea del acueducto.
UAT PROMUEVE VALORES DE IGUALDAD, RESPETO Y DIVERSIDAD
Para la opinión pública es plausible que en la UAT, siguiendo las políticas impulsadas por el rector Guillermo Mendoza Cavazos, se lleven a cabo acciones a favor de la eliminación de la violencia de género, promoviendo la cultura del respeto a los derechos de las mujeres, como quedó de manifiesto en la ceremonia de honores a la Bandera Nacional, cuyo acto se realiza el primer lunes de cada mes en el Centro Universitario de Victoria, subrayado la importancia de acabar con este tipo de acciones nocivas, contribuyendo a la promoción de valores de igualdad, respeto y diversidad.
¡Feliz miércoles!
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