Oscar Pineda
Como dirían en mi rancho, no se hagan bolas, el mensaje que envió el gobernador Américo Villarreal Anaya, con motivo del primer aniversario de su victoria electoral fue para su equipo de colaboradores: cumplen con la encomienda, se andan derechitos o se van por donde vinieron.
En estos nueve meses el gobernador ha tenido tiempo suficiente para evaluar el desempeño de cada uno de sus colaboradores y a partir de aquí lo que espera son resultados tangibles en las tareas que les encomendó.
Es probable que algunos secretarios, subsecretarios o directores estén considerados para participar en la contienda electoral del próximo año, por lo que su desempeño será fundamental en los próximos cinco meses.
El 2024 será la primera prueba de fuego para el gobernador en cuestión electoral, pues se jugarán el Congreso del Estado, los 43 Ayuntamientos y las diputaciones federales, además, claro, de la Senaduría y la Presidencia de la República.
En ese sentido todo apunta a que el apoyo de Tamaulipas es para la jefa de gobierno de la Ciudad de México, con quien el mandatario estatal tiene más afinidad.
Un aspecto importante a destacar en estos primeros nueve meses de gobierno es que se logró restablecer la comunicación y la colaboración con el gobierno federal, lo que ya se traduce en proyectos importantes para el estado, sobre todo en el rubro de salud.
Este miércoles el gobernador sostendrá un encuentro en la Capital con los periodistas, con motivo del Día de la Libertad de Expresión. También con este sector el gobierno del estado estableció una nueva relación de respeto y apertura que no se dio en el pasado reciente.
EL PERSONAJE
Muy interesante la propuesta de la diputada Alejandra Cárdenas, para crear el programa de presupuesto participativo, con el que los ciudadanos podrían elegir qué obras realizar en sus colonias.
Esto ayudaría a solucionar un montón de necesidades en los municipios y les daría a los alcaldes la oportunidad de gobernar, ahora si, cerca a la gente, literalmente.
Ojalá que la propuesta avance y no se quede en la congeladora como otras de gran trascendencia que ni siquiera han sido dictaminadas.
POSDATA
Ahora si le pegaron al Auditor Superior en donde duele, en el bolsillo ¿será que se va a exponer a que lo arresten por 36 horas si insiste en no acatar el llamado del Congreso?
Según lo declarado por la diputada Úrsula Salazar, el caso llegará hasta las últimas consecuencias, y si hay que arrestarlo lo harán.