José Inés Figueroa Vitela.-
El tiempo es hoy, dijo el gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA y los que tuvieron oídos escucharon.
Ya antes, el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR lo había dicho y reiterado, hasta las vísperas de que el Secretario de Relaciones Exteriores, presionará para adelantar el calendario interno morenista para la sucesión:
Lo trascendente, en el relevo presidencial es que, quien llegue, garantice la continuidad de las políticas públicas de la 4T.
Aunque solo se renueva, el Poder Ejecutivo y el legislativo, de la contundencia de los resultados del 23, depende se destraben las ataduras por las que, en estos seis años, no se ha podido consumar a plenitud los postulados del movimiento obradorista.
Precisamente, todo lo que tiene qué ver con la corrupción a todos los niveles, en los que el Poder Judicial y los llamados entes autónomos, han actuado como manto de impunidad a favor de los saqueadores, explotadores y agresores del pueblo.
Si lo sabremos los tamaulipecos, como testigos y víctimas, de todo lo que se cometió en el pasado sexenio y la forma como se siguen evadiendo de la justicia, al amparo de esa mafia delincuencial que inicia en los juzgados federales de Reynosa y se desparrama por toda la estructura jurisdiccional doméstica.
Por eso se dice que el lopezobradorismo necesita ganar ampliamente las cámaras, para desde el Legislativo limpiar ese basurero, que ha sido un lastre para la 4T del país y de Tamaulipas, por supuesto.
Ya sabemos que el Fiscal Anticorrupción y el Auditor Superior están ahí para proteger al exgobernador y su banda de delincuentes; pero además, si algo consignan de las tantas denuncias por el cúmulo de delitos cometidos en el pasado sexenio, todavía pasarán muchos obstáculos,
Lo mismo que representa el Fiscal Carnal y donde desemboca el andamiaje institucional: en el Supremo Tribunal, igualmente conformado por subordinados del exgobernador, debiéndole todo.
Ergo, solo desde un congreso libre, ocupado efectivamente del interés de los ciudadanos, mayoritario y justiciero, se allanará el camino para que todos los postulados aterricen a plenitud y con celeridad.
Ese es el tamaño de la elección que viene y la delicadeza en la selección para que, en efecto, quien releve a ANDRÉS MANUEL y quienes le acompañen en el siguiente sexenio, redondeen la obra iniciada
El pronunciamiento del gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA en la figura de la gobernante de la ciudad capital, CLAUDIA SHIENBAUM, coincide con la apreciación del grueso de los mexicanos.
Desde hace mucho, así se han identificado en ella las mayores garantías a la prolongación del actual gobierno.
Así lo han reflejado antes y lo siguen evidenciando todas las encuestas profesionales, serias, que se han publicado.
EBRARD, con su retiro de la SRE, los foros y estructuras que ha estado animando, cree que saca un paso adelante, en el proceso interno morenista para la selección del candidato presidencial.
De suyo, tal actitud contraviene las convocatorias públicas a la unidad y desoye las orientaciones del liderazgo político nacional, recurriendo a las prácticas del viejo sistema prianista, que es precisamente lo que se encuentra en estado de liquidación.
A sabiendas de que en política puede suceder cualquier cosa y en distintas etapas de la historia, a todos los niveles, esporádicamente han sucedido sorpresas de último momento, en el aquí y ahora se sabe que la candidata es CLAUDIA.
En la eventualidad extraordinaria que se cayera, en la línea sucesoria desde ya, quedará eliminado MARCELO.
Representa los tiempos idos, con unas actitudes y con las otras, extiende la seguridad de que su hipotético gobierno, echaría por tierra las políticas de la transformación.
Ni el contestatario líder senatorial, RICARDO MONREAL y mucho menos el hermano Secretario de Gobernación, ADÁN AUGUSTO LÓPEZ, han intentado reeditar las prácticas del viejo sistema.
Menos, han atacado la vigencia de los postulados de la 4T o cuestionado el liderazgo político del Presidente.
Más bien se les ve maduros, perfilando la forma de integrarse al nuevo proyecto sexenal, consolidando la unidad a la que se ha convocado.
Eventualmente, saben, el Presidente ha trascendido a las instituciones y si en Morena, salen como en el PRD, jugando a la politiquería barata, con base en montajes discursivos y de acarreos, como los que se han hecho en torno a EBRARD, pueden terminar en sus simulaciones.
Por eso, si las llamadas corcholatas dejan los cargos o no, es intrascendente; la dinámica es otra y el camino conocido.