Tras 18 años de lucha política Andrés Manuel López Obrador tuvo oportunidad de conocer, a detalle, las entrañas del sistema político mexicano: con ese conocimiento, una vez que llegó al poder, estableció una estrategia para destruirlo, para aniquilarlo… hagan de cuenta, una especie de venganza personal, por todo el daño que le hizo en el tiempo que tardó en doblegarlo. Y como dice el poeta, hace camino al andar de los meses y los años de su gobierno, y este 5 de febrero dio cuenta de sus acciones, para ponerle punto final al neoliberalismo de los Salinas, los Calderón, los Fox.
AMLO encabeza la 4T, es decir, la cuarta transformación del país: primero fue la Independencia, luego la Reforma y en tercer lugar la Revolución. Todos movimientos que triunfaron después de una larga lucha, digamos fratricida, que costó sangre y dolor a los mexicanos. En este caso, la 4T es distinta, no hay hechos violentos ni derramamiento de sangre, es una transformación que se da por la vía de las elecciones. En el siglo pasado hubo así, un experimento socialista en Chile, Salvador Allende triunfó en las urnas y las armas lo derrotaron.
CONOCER EL SISTEMA
En la década de los setenta cuando Daniel Cosío Villegas desnudó al sistema político mexicano, encontró que la fortaleza del sistema era un partido único, sostenido por organizaciones que controlaban a las masas. En este caso, AMLO descubrió los pilares del neoliberalismo y, paso a paso, ha ido aniquilando esos elementos que tilda de neoliberales. Todo lo centro en su consigna: primero los pobres, para fortalecer la base de su apoyo popular. De ahí que, se diga, que, con sus programas de bienestar social, lo que hace es comprar el voto ciudadano, pues el mismo lo ha dicho: los pobres son agradecidos.
El primer paso fue demostrar que el poder político tiene que estar por encima del económico: cancelando el AICM dio un golpe de timón; luego, con el SAT y UIF, doblegó a los empresarios y a los políticos. El siguiente paso es eliminar los escollos que se oponen a su voluntad: los órganos autónomos. Ya cooptó a los electorales, solo le falta doblegar –y está a un paso de lograrlo-, al Poder Judicial: por eso sus recientes propuestas de reforma constitucional. Entre ellas, que Magistrados y Jueces sean electos por la población. Por cierto, insiste, nuevamente, que la Guardia Nacional sea parte de la Sedena.
LE ENSEÑARON EL CAMINO
Con cierta frecuencia encontramos discusiones en las redes sociales que hacen mención a que, todo lo que hace AMLO, está encaminado a establecer en el país una dictadura y dicen “estaremos como Venezuela” y claro, otros preguntan ¿Cómo está Venezuela? Esa es la cuestión: Venezuela, al igual que Nicaragua, Cuba o Rusia, tienen un sistema de gobierno donde todo depende de la voluntad de un solo hombre: lo han logrado, precisamente, porque fueron capaces de vencer a la oposición, sea encarcelándolos o exiliándolos.
Salvo Rusia, los otros países, padecen hambre, tienen desempleo, en algunos casos como Venezuela una fuerte inflación. En la elección del 2006, por eso AMLO fue señalado como un peligro para México; sin embargo, los gobiernos del PAN como del PRI, siguieron alimentando la oposición con sus actos de corrupción e impunidad. Fueron partidos políticos que se sirvieron, no fueron capaces de servir a la población y hoy, sin la menor duda, tienen el rechazo de la ciudadanía… Son los negativos que les aparecen en las encuestas.
DERECHO DE LA REVOLUCION
En el Derecho se considera correcto que una revolución (la Independencia, la Reforma y al Revolución de 1910) tiene derecho a un nuevo derecho, es decir, a una nueva Constitución; tal y como sucedió, después de la Reforma o de la Revolución. En los países mencionados, digamos Nicaragua, Cuba, Rusia, Venezuela y ahora hasta el Salvador, lograron un nuevo derecho, en el que se incluye la “reelección”, por eso, Nicolás Maduro, Daniel Ortega y Vladimir Putin, ahora Nayib Bukele logra la reelección con un triunfo aplastante.
Y el caso de AMLO es extraordinario: ha seguido puntualmente el manual sobre como destruir a la oposición, de cómo ganarse los votos. Es claro el panorama: si en la elección del 2024, de este año, Morena logra una victoria aplastante AMLO tendrá el camino libre para hacer valer su derecho: hasta este momento, la percepción es que triunfa en la elección presidencial, donde aún está la moneda en el aire, será en las elecciones legislativas: si logra la mayoría calificada, hagan de cuenta, será su extraordinario y fantástico triunfo sobre la oposición, los fifís, los aspiracioncitas… será la coyuntura para que emule a Plutarco Elías Calles.