Alfredo Guevara
A días de que inicie el mes de junio, ninguna de las denuncias contra ex servidores públicos de la anterior administración, que podrían vincular al ex gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, ha procedido.
De lo único que se sabe hasta ahora, dicho por la Contralora NORMA ANGÉLICA PEDRAZA MELO, es que a una persona se inhabilitó y otras más se sancionaron con una amonestación por presuntas irregularidades en el ejercicio de sus funciones.
Sin embargo, penalmente no se actúa contra ninguno de los ex secretarios, subsecretarios, directores generales o directores de área.
Y aunque mucho se ha dicho que más de uno pisará la cárcel, la versión entró en una etapa de duda y falta de credibilidad.
La estructura que dejó CDV para protegerlo como a quienes fueron sus principales colaboradores, le está funcionando hasta ahora.
Parte de la estructura la tiene el titular de la Fiscalía General de Justicia, IRVING BARRIOS, quien de cierta forma, está a prueba por la administración estatal.
Del resultado del trabajo de investigación, dependerá su permanencia en el cargo.
La otra parte de la fortaleza de CDV la tiene el titular de la Fiscalía anticorrupción, RAÚL RAMÍREZ CASTAÑEDA, que pese a la judicialización de algunas carpetas, todavía no hay resultados.
Y uno más cuya labor empezó a ser cuestionada, lo es el titular de la Auditoría Superior del Estado JORGE ESPINO ASCANIO.
De los que le cubren la espalda al ex gobernador en el Poder Judicial del Estado todavía no han tenido intervención, aunque al igual que ASCANIO, IRVING y RAMÍREZ CASTAÑEDA, le deben el cargo a CDV.
Mientras cada uno de ellos permanezca en sus cargos, difícilmente se podrá hacer algo contra los ex servidores públicos de CDV.
Y aunque mucho podrá decirse de un saqueo, uso indebido de recursos públicos, coalición de servidores públicos y demás presuntos delitos que pudieran haber cometido, mientras no se les compruebe, las cosas van a seguir igual, o peor.
Mientras esos funcionarios se mantengan en esa estructura, poco o nada se podrá hacer en contra de los ex, pese a todo lo dicho, escritos y denunciados en contra de ellos.
En el peor de los casos, es que el tiempo no se detiene.
La elección concurrente está a la vuelta de la esquina y sin una acción que fortalezca las acciones contra la corrupción y la impunidad denunciada, sería como darle la oportunidad a que se prolongue. En fin.