José Inés Figueroa Vitela
Desde la semana pasada se está esperando la resolución de la Comisión Nacional, sobre la solicitud del Partido Verde Ecologista para modificar la coalición en la elección de Senadores y poder competir con candidatos propios en Tamaulipas.
Cualquier cantidad de rumores se han dejado correr por variadas vías, sobre la eventual postulación del exgobernador EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES a través del Verde, como una estrategia para acabar de liquidar la mafia metida a la política, tutelada por FRANCISCO JAVIER “N”, el exgobernador de triste mejoría.
No obstante, la modificación a la Coalición Nacional no ha sido aprobada por el grupo plural de representantes de los partidos coaligados, como sí se ha hecho en sentido contrario, para incorporar a un estado -Guanajuato- que originalmente no estaba en ella.
Quienes se resisten a hacer la modificación, son de la idea que, separándose, como se plantea, podría haber una división del voto de la causa, que pondría en riesgo los triunfos que de origen aparecen dibujados.
Más allá de que como partidos, los coaligantes no representen más allá del 2 por ciento de la intención del voto, las inercias de su pretendida fórmula si podría tener otras incidencias que alcancen al bolo propio, dicen esas expresiones.
Aunque el PAN-cabecismo, como opción electoral hace mucho quedó liquidado, los visos del desdoblamiento delincuencial que caracterizó la asunción al gobierno en el pasado sexenio, hacen temer que, si no en la misma magnitud, en alguna medida los grupos proscritos vuelvan a coaccionar a las instituciones, liderazgos y ciudadanos.
¿Para qué nos arriesgamos?, dicen aquellos y la respuesta sigue siendo que son otros los tiempos y mientras caen los cabecillas refugiados en Texas, sus operarios andan a salto de mata, porque la acción gubernamental ha sido contundente.
La semana entrante habrá respuestas al respecto.
Mientras tanto, la oficialización de las Coaliciones en el plano doméstico dejó otras tantas lecturas.
Resulta más que lastimosa la actitud de quienes se han quedado a cargo de la dirección del PRI, entregando lo último que les quedaba y lanzando abultadas paladas de tierra sobre sus despojos.
En ninguno de los municipios de medianos a grandes, el PAN les permitió postular candidatos a las Presidencias Municipales y hasta en las planillas de ayuntamientos, las regidurías que les concedieron fueron de la sexta para arriba, de tal manera que ni plurinominales tendrán.
En los municipios pequeños, donde al cuerpo edilicio solo se integran cuatro regidores, ni una posición les dieron.
Para la siguiente legislatura local les concedieron ocho de los 22 distritos electorales, precisamente en las plazas donde MORENA se encuentra más posicionada, sin la menor posibilidad de triunfo.
Morena les concedió a sus coligados 4 distritos al PT y 3 al Partido Verde, en sentido contrario a la primicia prianista; son de los municipios de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, considerados donde ha de ganar con mayor contundencia las alcaldías y demás cargos en disputa.
En cuestión de ayuntamientos, Morena le concedió siete municipios a uno y seis al otro.
El PT va en Abasolo, Antiguo Morelos, Burgos, Camargo, Casas Gómez Farías, Díaz Ordaz y Méndez; el Verde en Camargo, Guerrero, Jiménez, Mier, Miquihuana y Soto la Marina.
Igual la diferencia en la correlación de fuerzas entre las coaliciones marca la diferencia:
Mientras Morena mantiene un liderazgo abrumador, el capital electoral del PAN fue artificioso y efímero.
Hoy su supremacía sigue remitiéndose a la blandenguería, mojigatez, cobardía, de quienes están al frente del tricolor.
“Peores cosas han de verse”, nos advirtieron hace tiempo.
El anuncio de cinco vuelos comerciales estatales y regionales desde Victoria capital, que vienen a sumarse al de Mexicana a la capital del país, también echó por tierra las críticas de la oposición por la cancelación del vuelo de Aeroméxico.
Los victorenses ahora tienen un vuelo al centro del país más barato que los viajes en autobús -mil pesos-, como nunca lo habían tenido.
Y muy pronto tendrán la opción de ir por la vía aérea a San Luis, Tampico, Matamoros, Reynosa y Monterrey, en aviones nuevos, tipo privados -de nueve plazas-, con tarifas comerciales.
Reza la sentencia bíblica: haz las cosas bien… y todo lo demás vendrá por añadidura.
