noviembre 22, 2024
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José Inés Figueroa Vitela

Apapachos que dan vida

enero 31, 2024 | 275 vistas

Su nombre es Doctora MARÍA DE LA LUZ SANTIAGO DIEZ DE BONILLA; para efectos públicos se le menciona como MARÍA DE VILLARREAL, pero a ella más le gusta ser “la abuela María”.

La dicha que le dan sus nietos AMÉRICO y JESÚS, sus más grandes tesoros, los ha multiplicado, endosando esa condición de “abuelez”, hasta los orfanatos, comunidades apartadas y refugios de migrantes.

“Cuando el trabajo nos abruma -en la Presidencia del DIF estatal-, camino unos pasos -en el mismo predio se encuentra- y me voy a la Casa Hogar con mis otros nietos”, confiesa la doctora, celebrando el cariño, los abrazos, la algarabía, el apapacho compartido con quienes, ha pedido, le den trato de abuela.

Tal vivencia la compartió en medio del informe del primer año de gestión, al frente del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia que ayer presentó, acompañada del Gobernador, su esposo, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, de su familia directa, amplia y ampliada:

Autoridades de los tres niveles y tres poderes, representaciones sociales, colaboradores y ciudadanos, más el acompañamiento de la titular del DIF Nacional NURIA MARÍA FERNÁNDEZ.

“Avanzamos juntos”, cantaba el estribillo del himno institucional, mientras cruzaba el pasillo del Teatro Amalia, desde los accesos hasta el frente, saludando a quienes estaban a su paso y alcance.

“Más que un informe se trata de compartir vivencias”, bien definió en el inicio entre vivas y aplausos de pie del respetable, tras un audiovisual introductorio presentando la preeminencia de los grupos vulnerables, de los niños, niñas y adolescentes, de los adultos mayores y las personas con discapacidad, en los oficios institucionales.

Disfrutando del trabajo transformador que despliega en equipo, como mensajero de paz y para que el Gobernador, su esposo, dedique todos sus días y esfuerzos en la construcción de un Tamaulipas mejor, la doctora abrió el repaso a una larga lista de acciones sociales y políticas públicas aplicadas, desde una perspectiva humanista, altamente social.

“Esto me ha permitido la dicha de realizar un trabajo que disfruto y me permite crecer como persona”, dijo en su invitación al iniciar el viaje a través de un año de ejercicio.

Intercalados, entre proyecciones audiovisuales sobre los diferentes bloques programáticos y la explicación cargada de anécdotas, la Presidenta del DIF Tamaulipas expuso las acciones y lanzó excitativas a la empatía, la solidaridad, el desprendimiento de los tamaulipecos a favor de los que menos tienen.

“Todos tenemos algo, aunque sea poco, qué compartir”.

La atención a la familia, la felicidad, la seguridad, el amor, los valores, consolidando una cultura de paz.

Así, los festivales, como el Kidsania, que hizo las delicias de los chicos y chicas o los concursos de rondas infantiles, animados en tiempos de AMÉRICO papá gobernador, arraigados en los recuerdos de los mayores y reanimando esas tradiciones ancestrales en las nuevas generaciones.

“Aprender a escuchar y respetar a todos”, fue la invitación, al compartir que cuando se les preguntó a niños y niñas qué querían, dijeron que yoga y meditación, y al pregúntales por qué, respondieron que para olvidar lo feo que han vivido y porque querían dormir en paz.

Por eso en la atención a los derechos de la infancia, se han dado miles de atenciones en asesoría jurídica y psicológica, además de los eventos para la diversión y el esparcimiento, festejos, ferias, exposiciones.

Apapacho, a las personas que enfrentan algún problema, como los migrantes, producto de una movilidad natural, universal y que, en visita a un refugio, en la frontera, ofreció un festejo cumpleañero que se fue haciendo grande y que en medio de su situación extraordinaria, al menos eso pudieron disfrutar.

Y la definición que recién le compartió la esposa del Presidente de la República, BEATRIZ GUTIÉRREZ MÜLLER: es la palabra más bella, porque los apapachos son abrazos del alma -dijo-, que podamos consolar a las personas que lo necesiten; un apapacho puede ser la solución de un problema.

Luego compartió una anécdota familiar sobre la importancia del cariño que su mamá le daba en los apapachos y por eso se acostumbró desde chica a ellos, agradeciendo por añadidura, la vida de apapacho que le ha prodigado su esposo, el gobernador, compartiendo desafíos y triunfos, siempre juntos.

Enseguida le dio los apapachos respectivos a sus dos hijos y a su hija, ponderando el acompañamiento y las acciones que, en familia, en el desempeño de sus responsabilidades y la atención a la ciudadanía complementan.

“Todos tratemos de dar algo y no ignoremos la situación del mundo; seamos empáticos”, convocó.

La capacitación para el empleo a favor de renovados proyectos de vida digna, los campamentos de verano, el trabajo en los centros de cuidado y guarderías infantiles, los centros de atención comunitaria, las estufas ecológicas y celdas fotovoltaicas repartidas en lo alto de la sierra madre, por donación de la Fundación Alejo Peralta, donde desde hace tres décadas que gobernó el padre del actual gobernador no se reunían las tres comunidades que la pueblan y nunca habían tenido energía eléctrica.

Las unidades de acuacultura, herramientas de labranza, insumos de huertos para el autoconsumo, arbustos, desayunos escolares, apoyos alimentarios, comedores comunitarios, apoyos a víctimas de desastres, las terapias, la ampliación a la Casa San Antonio, donde viven personas con discapacidad sin familia y el pasaje del Centro de Rehabilitación Teletón del área de Terapias al Albergue, evitando que los niños tengan que salir a la carretera, exponiéndose, en ese trayecto.

“No estamos esperando tras el escritorio; vamos a donde están las necesidades”, dijo la doctora, la Presidenta del DIF Tamaulipas, la abuela MARÍA, agradeciendo todo el apoyo del DIF Nacional y su titular, ahí de su informe, presente.

La solidaridad social y la representación popular en los esfuerzos institucionales, construyendo una mejor sociedad, que ameritó muchos agradecimientos y otra excitativa.

Que la próxima vez que nos veamos, nos cuenten que ya son mensajeros de paz, deseó a todos los presentes, antes de despedirse.

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