José Inés Figueroa Vitela.-
No es cierto que cuando el Fiscal IRVING BARRIOS MOJICA le mandó decir al titular de la Unidad de Inteligencia Financiera y Económica del Estado, RAÚL HERNÁNDEZ CHAVARRÍA, que ahí no es la Agencia del Ministerio público, pero “le haría el favor” de recibirle la denuncia, es porque necesariamente vaya a meterla a la “congeladora”, donde están las de la Fiscalía Anticorrupción, hablando de las acusaciones contra los funcionarios del anterior sexenio, de la CABEZA para abajo.
Con voz “vibrante”, el titular de la UIFE expresó su confianza en que el aún abogado de Tamaulipas va a aplicar todo su profesionalismo para llevar la querella contra su antecesor y demás implicados en el saqueo.
El denunciante temblaba de coraje, por tanto daño que aquellos le causaron a Tamaulipas en el pasado sexenio, no de miedo, como no faltó quien quiso hacer parecer al momento de la declaración.
A los que sí les volvió el nervio, hasta la temblorina, fue a los rescoldos del pasado régimen, que permanecen incrustados en las instancias jurisdiccionales, con el único rol de brindar impunidad a quien se sigue ostentado como su jefe.
Independientemente de que con aquello le haya declarado “larga vida”, en el cargo, cuando que considera que por lo menos va a llevarse tres meses la integración de esta carpeta, para su judicialización, el procesamiento del anterior titular de la UIFE será otro intento por desenmarañar la red de corrupción e impunidad heredada.
ROMÁN VASCONCELOS es uno de los “dedos chiquitos” del aún fiscal anticorrupción RAÚL RAMÍREZ, de quien recibió la titularidad de la UIFE al inicio del proceso electoral para la elección de gobernador, en septiembre del 2021, en una fórmula para someter a los adversarios políticos del ex, solo abortada por el voto masivo de los tamaulipecos.
No hace muchos días, al tenor de la comparecencia de RAMÍREZ ante el Congreso local, sin el menor rubor, este confesó que su hijo, CARLOS EMILIANO RAMÍREZ PIZARRO, trabajó en distintas dependencias gubernamentales, incluidas la propia UIFE, a cuyo jefe, ROMÁN VASCONCELOS, él recién propuso para reintegrarlo a su equipo en la Fiscalía Anticorrupción.
¡Y tampoco pasó los exámenes de control y confianza!
El saqueo de más de 50 muebles y aparatos, además de poner camino del patíbulo al titular de la UIFE entre septiembre del 21 y enero del 23, lo hace respecto de sus cómplices, mecenas y protectorado.
No en vano, ayer mismo, su ascendente, RAMÍREZ CASTAÑEDA, pidió al “Jefe” IRVING -rango concedido por el jefe mayor de la banda-, la asignación de vehículos blindados, porte de armas y guaruras, profesionales y con equipo oficial.
Según eso, está en peligro de muerte porque los medios han criticado su actuar y por eso necesita toda la protección de la Fiscalía, reeditando los lamentos por los que antes consiguió un amparo para seguir en el cargo, a pesar de que quedó inhabilitado a los ojos de las autoridades centrales y la legislación aplicable.
Con eso salió, en la fecha que había anunciado a los diputados, estaría solicitando al juez de control la judicialización de las primeras carpetas de investigación, que desde diciembre le empezaron a enviar las autoridades estatales, por irregularidades encontradas en el ejercicio gubernamental del pasado sexenio.
La pinza se cierra y ya no podrá, por mucho tiempo, el Fiscal General, seguir repitiendo, cada que surge la podredumbre dejada por sus compañeros del sexenio pasado, el estribillo del celebérrimo comercial bancario: ¡aquí es “vegilancia”, joven!
De los únicos que podría tener miedo, bien lo sabe, que podrían exponer su integridad física, son los delincuentes que “lo metieron a chambear” y lo mantienen con el amparo del “juez carnal” en el cargo, pero hasta ahora todas las evidencias son que sigue a su servicio.
Y no, nunca será por las críticas periodísticas al mal desempeño en el servicio público por el que alguien pueda estar en riesgo de muerte.
De cosas buenas en la agenda pública doméstica, ayer la regidora victorense de Movimiento Ciudadano, MAYRA BENAVIDES, anunció un programa para la siembra y cuidado de árboles entre la sociedad local.
Ya tiene los primeros cien naranjos para repartir entre quienes se comprometan a cuidarlos hasta su crecimiento, pues tantos programas de reforestación han resultado infructuosos, porque nada más los plantan y abandonan, secándose.
En la conferencia de prensa donde anunció el inicio de este plan dinámico -ya tiene el donador de los siguientes cien-, la edil repasó todas las bondades que tiene, en este caso el sembrar los naranjos, con las propiedades curativas de los árboles y los nutrientes de los cítricos.