Rafael Diez Piñeyro
El otrora orgullo de Tamaulipas, por haber sido la aduana en donde más tránsito pesado cruzaba la frontera hacia los Estados Unidos de Norteamérica, ahora padece los síntomas del caos y desorden por la falta de seguridad y garantías para el trabajo y la sana subsistencia. Está destinada a convertirse en un pueblo fantasma sin ley y orden. Y no estamos exagerando la situación, juzguen lectora- lector lo siguiente: La poderosa iniciativa privada de carácter nacional, FemsA, ha cerrado 191 tiendas Oxxo y siete gasolinerías, tan sólo en Nuevo Laredo.
Lo anterior, porque no tienen las garantías que el estado tiene la obligación de brindar para cuidar la inversión y sobre todo proteger las fuentes de empleo. El Gobierno federal anunció el envío de cien soldados de élite para garantizar la seguridad de los ciudadanos, ¡vaya usted a saber qué diablos significa eso! El problema es que nadie les cree nada ya que la experiencia en estos casos, es que lo único cierto es que al retirarse los “soldados de élite “, los militares de alto rango se van con los bolsillos llenos de dólares. Sobran constancia de esto.
Para nadie en Nuevo Laredo es un secreto que las actuales autoridades municipales llegaron a esas responsabilidades bajo la sospecha de sus componendas con los representantes del crimen organizado y actualmente se están disputando el municipio para continuar con la extorsión, el derecho de piso, la venta de todo tipo de drogas y sobre todo el robo a turistas, paisanos y a sus mismos habitantes.
El Tribunal Electoral del Estado de Tamaulipas, recién declaró el triunfo de la actual presidenta municipal, Carmen Lilia Canturosas Villarreal, quien por cierto con motivo de la inseguridad ella vive en Laredo, Texas, y aunque la decisión electoral fue impugnada ahora corresponde a la Sala Regional decidir quién ganará el premio mayor.
Vale la pena recordar que el Gobierno federal construye en Nuevo Laredo, una mega aduana para poder atender el problema de tráfico pesado y sus imponentes tráileres de doble remolque, mismos que atraviesan nuestro estado con destino a los Estados Unidos de Norteamérica. Pero esta noticia lejos de alegrarnos nos causa desilusión, ya que los beneficiados con la Mega Aduana sólo serán para que en ella trabajen marinos y soldados. Una fortaleza militar que lejos de beneficiar traerá serias y graves consecuencias. Al tiempo veremos que esta fatalidad se cumplirá.
Lo que se deben de atender con carácter de urgente, tanto el gobierno federal como el gobierno estatal, es el lamentable estado en que se encuentran las carreteras a lo largo y ancho de nuestra entidad. Es muy triste y lamentable que todos los días nos estamos enterando de brutales y terribles accidentes, y todo por el descuido y abandono en que se encuentran las rutas en Tamaulipas.
En colaboraciones anteriores hemos señalado la urgencia de que las oficinas del gobierno del estado de Tamaulipas en la CDMX, se pongan a trabajar y a cumplir con sus obligaciones, también hemos señalado el poder aprovechar la experiencia y relaciones de tamaulipecos para agilizar proyectos y obras en beneficio del Estado. El caso del ingeniero EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES, está que ni mandado hacer.
