Felipe Martínez Chávez
Comenzó 2024 y, para muchos, motivo de reflexión, análisis y evaluación de proyectos, propósitos y nuevas metas para el año que inicia.
Hay quienes lo hacen a nivel personal, en su privacidad, otros lo publicitan, lo mismo que instituciones de gobierno y funcionarios y actores políticos que hacen planes pensando en voz alta.
Siempre Año Nuevo es oportunidad de refrendar objetivos, pretensiones y hasta sueños.
En el sector público se presta para diagnosticar cambios a nivel gobierno y ayuntamientos. Por lo general los gobernadores y alcaldes evalúan el desempeño de colaboradores o si vienen de compromisos personales o de campaña. A veces son necesarias verdaderas sacudidas y hasta golpes de timón.
Año político al fin, en este inicio el ejecutivo Américo Villarreal decidirá si “deja ir” a gente de su gabinete como Adriana Lozano Rodríguez, Verónica Aguirre de los Santos y Olga Sosa Ruiz para ir en busca de nuevos horizontes a seguir colaborando con la Cuarta Transformación, y si da el visto bueno a Úrsula Patricia Salazar rumbo a la alcaldía de Tampico, entre otras y otros.
Por lo pronto se fue Manuel Raga, jefe del Instituto del Deporte, según los transcendidos, para ver temas del baloncesto nacional, su especialidad. Que ya no regresa el nuevo año. Deberá nombrarse titular.
Dámaso Anaya Alvarado renunció a Desarrollo Rural para aceptar la Rectoría de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Fue el primero en dejar el gabinete, en razón de ascenso.
Toca al Gobernador, según sus facultades, pedir renuncias, otorgar premios de consolación o conceder salidas decorosas, algo muy común en política. Se les conoce como “enroques”.
De darse los cambios no serían drásticos. AVA integró su propio equipo tomando en cuenta capacidades, y lealtades desde luego. Nadie se lo impuso como en el pasado las transiciones priistas.
Cavazos Lerma -gritón e intolerante con sus colaboradores- comenzó a cambiar gente a los pocos meses de arrancar sexenio. Dejaron el gobierno Álvaro Villanueva Perales, Miguel González Medrano y Francisco Adame Ochoa. Eran de sus consentidos, pero algo pasó.
La herencia -injerencia- más grande se dio entre Tomás Yarrington y Eugenio Hernández, cuando aquel le mandó elementos como Antonio Martínez Torres, Homar Zamorano Ayala, Mario Zolezzi, José Suárez López y Mercedes del Carmen Guillén, entre otros, que muy rápido fueron sustituidos para romper el cordón umbilical y crear un equipo propio.
En su tiempo llegó a hablarse de un minimaximato, al que Geño pudo sacar vuelta. Tomás había impuesto como sucesor al ingeniero civil victorense y le “arrimó” su gente.
Muchos cambios con Egidio Torre. Abrieron camino Dinorah Blanca Guerra, Morelos Jaime Canseco, Bolívar Hernández, Alfredo González Fernández, que fueron renuncias y no para ir de candidatos.
De Cabeza de Vaca se habla que discutía a gritos con los colaboradores. Muchos no resistieron. Los primeros en salir fueron Lydia Madero García, jefa de Salud; Gonzalo Alemán Migliolo, Desarrollo Rural; Gabriela García Velázquez, de Finanzas y Carlos R. Talancón, Desarrollo Económico.
No es el estilo de la 4T ni de Américo en lo particular. Se sabe que, si hay cambios, será porque los colaboradores van a otras misiones y no por pleitos personales.
En cuanto a las candidaturas partidistas, comienza el año con incertidumbre para los aspiracionistas de las dos principales alianzas. En lo federal, oficialmente no hay nada para nadie. En lo municipal, están ocultos los acuerdos de sendas coaliciones. El INE informará hasta el 20 de enero.
Morena (alianza) pospuso “hasta nueva fecha” los nombres de sus diputados federales (en Tamaulipas). La primera “tanda” (entidades) estaba programada para el 27 de diciembre. A Tamaulipas le tocaba el 4 de enero, cinco de febrero alcaldes y 12 diputados locales. Faltan las fórmulas al Senado.
Igual falta el varoncito (mujer Imelda Sanmiguel) para completar el dueto del PAN-PRI-PRD a senadores. Es una propuesta que hará el tricolor. En lo local los amarillos se fueron solos.
Por cierto, en su mensaje de año Nuevo, el Gobernador Américo Villarreal dijo que 2024 es “sin duda una magnífica oportunidad de volver a nuestras raíces y reconocer la herencia de nuestros antepasados, quienes participaron con heroísmo desde nuestra tierra en las grandes transformaciones nacionales que precedieron a la actual”.
“Tenernos una entidad de la que nos sentimos profundamente orgullosos”, comentó a través de un video en redes e invitó a que renovemos la esperanza en el futuro de Tamaulipas y de nuestra Patria”.
“Estamos listos para el 2024”, resumió Américo en su mensaje.
Tema aparte, donde los funcionarios municipales no descansaron ni en Año Nuevo, es en Güémez. El uno de enero de hace 275 años Don José de Escandón y Helguera fundó dicha comunidad en honor al Virrey de la Nueva España, Don Juan Francisco de Güemes Horcasitas y Aguayo.
Hubo diversos eventos, como jaripeo y callejoneada, que presidieron el alcalde Lorenzo Morales Amaro y su cabildo.