diciembre 4, 2024
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María José Zorrilla

Aun así, crecimos

febrero 25, 2024 | 279 vistas

María José Zorrilla

 

Este viernes todos los reflectores estarán enfocados en el arranque de campañas. Quién será el mayor foco de atracción, cuál el más original. Empezará el tango de los encabezados y las fotografías, las calumnias, chismes, destapes de secretos, hechos repugnantes y un sinfín de acusaciones que no cualquiera estaría dispuesto a soportar. La piel de un político definitivamente es de otro calibre. Aún si sus vidas pasadas fueran las de un santo, no estarán excluidas de tinta putrefacta porque siempre aparecerán sombras, toda la inmundicia que se le pueda ocurrir a una pluma bien afinada y con billetes en el bolsillo listos para disparar. Mientras eso ocurre, las casas de campaña estarán ideando las mejores estrategias para atraer votantes y los candidatos aprenderse rápido discursos para el día siguiente. Imagino ya se han evaluado bien la dimensión de los problemas de fondo. Se dice que estamos sobre diagnosticados. Lo difícil es encontrar soluciones que respondan de manera significativa a los problemas del país. Veía el otro día una película donde un hombre millonario decide ayudar a la gente aventando dinero por la ventana de su casa. Llega un policía a llamarle la atención porque está causando disturbios en la calle con la gente que se amotina a recoger los billetes que “caían del cielo”. No es un acto para ir a la cárcel reclama el millonario. Se trata de mi dinero ganado limpiamente. Pero si lo es causar que se haga un caos en la calle, se interrumpa el tránsito y se genere un motín cada vez más grande. Si quiere ayudar hágalo de manera más productiva: a una asociación, escuela, hospital, universidad, o lo que guste. Llegaría a más personas y su ayuda generaría mayor bienestar general. Me impactó la respuesta del uniformado y me dejó pensando. Sabemos que el país ha atravesado problemas de muchos tipos, aun así, a pesar de la corrupción, los hechos deleznables de gobiernos pasados hemos avanzado a lo largo de los últimos 100 años. Con gente pensante y equilibrada dentro de gobiernos de todo tipo, con creencias e ideologías diferentes, con propósitos distintos, México creció. Baste citar algunas de esas acciones de trascendencia como la instrucción primaria obligatoria, el libro de texto gratuito, escuelas, universidades, institutos de salud pública, instituciones como Capce, Infonavit, hospitales, centros de investigación, se le dio impulso a la industria, al comercio, al turismo, a las exportaciones, se facilitaron los caminos para crecer, para desarrollar un país que figura entre las 15 economías más fuertes del mundo y es el nueve en captación de divisas por turismo. Muchas personas de clases menos privilegiadas tuvieron acceso a educación profesional gratuita y en la segunda generación lograron dar grandes avances en materia económica. Falta mucho, muchísimo, pero no podemos olvidar que aún con gobiernos donde la corrupción imperó, también hubo desarrollo porque se mantuvieron muchos equilibrios.  Habrá que idear nuevas estrategias para avanzar en materia de corrupción, seguridad y pobreza, pero aventar dinero por la ventana no es ninguna solución.  Nos caen de maravilla esos regalos del cielo, pero no resuelve el fondo del problema.  Lo importante es también mantener los equilibrios en las soluciones y pensar en el bien común, el bien para todo el país. Los de arriba y los de abajo, los del norte y los del sur. México unido en un solo sentido y con un solo objetivo: Resolver los problemas juntos y salir adelante todos.

 

 

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