Melitón Guevara Castillo
Pasó la elección del 2024, para muchos, una batalla madre, porque su resultado daría un rumbo, una dirección, a la forma de gobernar: y así resultó, el primer balance es que AMLO obtiene un tremendo referéndum; que los ciudadanos votaron por la continuidad de la 4T, pero además se superaron las expectativas. Claudia Sheinbaum obtuvo muchos más votos que el propio AMLO; la oposición resultó que sus expectativas no se consolidaron, es más, el MC tuvo más votos que en elecciones anteriores, pero tiene menos presencia en el Congreso de la Unión.
Los resultados, en términos generales, fueron sorpresivos: se anticipaba el triunfo de MORENA, pero no en la magnitud que se dio; las encuestas, hagan de cuenta, todas dieron una ventaja que se confirmó con creces en las urnas. Por eso, la misma Xóchitl Gálvez en tiempo y forma reconoció que la tendencia de los votos no le era favorable. Grande el apoyo a MORENA que recuperó alcaldías en la CdMx y el PRD ya recibió, hagan de cuenta, su certificado de defunción.
MAYORÍA CALIFICADA
El hombre más feliz por los resultados electorales es AMLO. La oposición política, como la electoral, tenían confianza en que la población no diera a MORENA una especie de cheque en blanco para hacer modificaciones al marco legal. Como lo pedía Claudia Sheinbaum en uno de los spots, la ciudadanía se volcó a todo MORENA, así que al tener ahora sí mayoría calificada es real la intención de hacer realidad el plan C de AMLO: por eso, ya hasta Claudia lo hizo público: la reforma va en septiembre, puesto que el Presidente fue enfático: primero la justicia y luego los mercados.
Se ha calificado como la “ventana de septiembre”, el último mes en que AMLO ejercerá el poder presidencial: y será el mes que le servirá para el Congreso de la Unión, como despedida, le conceda el premio de ser aprobadas las reformas constitucionales que son parte del plan C: el que le permitirá afianzar su poder o el de su partido en el poder. Destruirá al fin las últimas barreras para instaurar el gobierno de un partido político predominante, puesto que, con la última elección se vio, se evidenció, que la oposición no tiene nada que hacer en la lucha por el poder.
VOTOS ATÍPICOS EN TAMAULIPAS
En términos globales es fácil afirmar que el gobierno de Américo Villarreal Guerra se afianza en Tamaulipas; que ahora sí, por fin, llega la 4T a la entidad, consigue pues, la promesa de transformar a la entidad. Ya tiene mayoría calificada en el Congreso local, aunque no exclaman como los federales, que es un honor estar con el gobernante. Y en el caso de los gobiernos municipales el mapa muestra cómo el PAN poco a poco va siendo desplazado, y el que ya de plano casi no existe es el PRI.
Hay, eso sí, necesidad de revisar lo que sucedió en Nuevo Laredo, Victoria y en Tampico. Y es que, antes de la elección, las encuestas daban amplia ventaja a los presidentes que buscaban la reelección: los números muestran que Carmen Lilia Canturosas como Eduardo Gattas ganaron la elección; de eso no hay la menor duda, la cuestión es que los resultados indican que gobernaron bien pero no hicieron política, tal y como pregonaba Tomás Yarrington cuando un político no obtenía los votos que pensaba obtener.
Más raro, atípico de plano, es lo que sucedió en Tampico: por muchos años, por seis, para ser más exactos, nos vendieron la idea que Jesús Nader era el mejor presidente municipal del país, se nos decía que había transformado al puerto y resulta que una candidata, no desconocida, pero alegando que si ella ganaba se obtendrán más y más recursos para sacar a al puerto de sus problemas, que fortalecerá la modernización, etcétera. Y todo hace indicar que la ciudad le creyó, que se olvidó que Nader, panista, era el mejor del país… la cuestión es que este si ganó, obtuvo la diputación federal, que incluye a Madero: perdió Adrián Oseguera, que también era, según decían, el mejor de Madero. La única explicación es que ahí sí funcionó el voto cruzado.
SIN PRETEXTOS.
El resultado electoral en la entidad le da un vuelco a un contexto: el que prevaleció en el Gobierno estatal, que Américo Villarreal enfrentó la parálisis legislativa y los obstáculos de otras instancias para desarrollar un gobierno mas eficiente: Úrsula Salazar Mojica lo dijo claro: ya se quitaron los candados que impedían al Gobierno estatal trabajar a plenitud. Así que dentro de poco tiempo veremos a Tania Contreras, la consejera jurídica, feliz, feliz, al ver que sus acciones legales en contra de los exfuncionarios tendrán curso y, entonces sí, puede haber castigo para los corruptos del pasado.