Cristopher… Mora
En el caso de la sospechosa desaparición del barco camaronero Roque Rojas I, frente a las costas de Matamoros desde el día 4 de noviembre, hay todavía muchos cabos sueltos que ninguna autoridad ha querido o no ha podido aclarar.
Entre más pasan los días y las semanas, va creciendo la desesperación y la desesperanza para las familias de los pescadores.
Pero también crece la incertidumbre y las sospechas de que “algo”, así entre comillas, algo sospechoso le ocurrió a la tripulación y al camaronero.
Ya son más de 45 días en que no se sabe nada y no se ha visto nada del posible naufragio.
Si la embarcación se hundió debido a las condiciones de un mal tiempo, seguramente ya algo hubiera subido a la superficie, algún objeto de plástico, hule, madera o unicel.
Hubiera posiblemente manchas de combustible, pero no, nada hasta el día de hoy.
Una versión que se manejó en los primeros días de la desaparición del Roque Rojas I es que sobrecargaron la embarcación con producto marino y el mal tiempo les hizo una mala jugada.
Esto no se ha podido comprobar, no hay rastros o pistas de lo que realmente pasó.
En mi opinión es increíble que con la tecnología tan avanzada que hay no se haya localizado con certeza aún ni un solo resto de la embarcación y, lo más importante, los cuerpos de los pescadores, si es que murieron a bordo.
Es más no se tiene certeza en dónde se hundió.
¿Y en verdad el Roque Rojas I se habrá hundido o qué situación extraña pudo haber ocurrido?
¿Por qué la información oficial no ha sido puntual y clara desde que se supo de la lamentable desaparición del camaronero y sus cinco tripulantes? Son muchas las interrogantes y pocas y débiles las respuestas.
NUEVA GENERACIÓN
La Universidad Autónoma de Tamaulipas celebró la ceremonia de graduación de 137 estudiantes de la Facultad de Ingeniería Tampico (FIT), que fue presidida por el rector Dámaso Anaya Alvarado, quien también fungió como padrino de esta generación 2024.
Durante su intervención, el Rector de la UAT reconoció la dedicación y esfuerzo de los nuevos egresados en su formación profesional.
Subrayó que estos nuevos ingenieros están preparados para enfrentar los retos de su entorno y aportar soluciones innovadoras que beneficien a sus comunidades.
Reconoció también el esfuerzo colectivo de la Facultad, que ha logrado la certificación de la totalidad de sus programas académicos, reflejando su compromiso con la calidad educativa y el desarrollo profesional de sus estudiantes.
Dámaso Anaya expresó su gratitud a los graduados por elegirlo su padrino, y destacó que la UAT está orgullosa de sus logros y de brindarles una educación técnica y humanista que no solo dota de conocimientos a sus estudiantes, sino que también fortalece su compromiso social.
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