enero 1, 2025
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Ma. Teresa Medina Marroquín

Bienvenido 2025; renovemos la esperanza

diciembre 29, 2024 | 41 vistas

Ma. Teresa Medina Marroquín

 

¿QUIÉNES HAN FALLADO? ¿LOS RELIGIOSOS O LOS POLÍTICOS? ¿O LA PROPIA HUMANIDAD?

Para finalizar el 2024, el planeta, con sus ocho mil millones de seres humanos, también concluye este ciclo con la noticia de que las principales religiones del mundo, que suman más de seis mil millones de creyentes, principalmente cristianos, islámicos, judaístas, hinduistas y budistas, se han topado con el más grande muro de rechazo a la espiritualidad.

En otras palabras: que el 75 por ciento de la humanidad profese formalmente una religión no ha servido de mucho a efecto de que el planeta deje de convulsionarse en medio de guerras y graves disputas políticas y comerciales, como la que (se cree) pronto se desatará en México, cuando el magnate y político republicano Donald Trump asuma el 20 de enero la Presidencia de los Estados Unidos de América.

¿Estamos tratando de decir, de alguna forma, que los más grandes líderes religiosos han fallado en sus afanes místicos y espirituales?

La respuesta no puede ser un simple sí, ni tampoco un no, cuando de por medio, y por razones bastante complejas, pero inhumanas, el mundo ha visto que ciertos líderes mundiales han propiciado que la Navidad recientemente celebrada se haya festejado (acusan no pocos) con uno de los genocidios más terribles que se hayan visto en las últimas décadas.

Esto es, la matanza de miles de niños (independiente de gente adulta) en la llamada Franja de Gaza; una zona donde algunos analistas internacionales definen a un Herodes moderno privando de la vida a inocentes que no la debían ni la temían, como solemos decir aquí en México.

Las religiones entonces, por grandes y esperanzadores mensajes que difundan por el mundo, se han topado con la bestialidad de la guerra que definitivamente se niega a humanizar a la raza humana.

Y a que el mensaje, que por ejemplo predica el cristianismo, en todo su conjunto de corrientes en que se divide, no prospere, pues el niño Jesús desde el pesebre, como el Hijo del Hombre llamado Jesucristo, dejaron de ser adorados.

 

LA INCAPACIDAD DE LA HUMANIDAD PARA ELEGIR BUENOS GOBIERNOS

Una de las vertientes de la realidad a la que se enfrenta la humanidad es que sus líderes mundiales son muy religiosos, pero carecen totalmente de la espiritualidad que predican las religiones.

En contraposición, la humanidad, al menos ese 75 por ciento que profesa diversas religiones, no parece tampoco ser tan eficaz para que, en medio de contextos democráticos, sean capaces de elegir a gobiernos que al final no resulten en cúpulas de poderes autoritarios y corruptos.

Estas son las características del 2024 que estamos despidiendo y las mismas que parece presentará 2025, recrudeciéndose una serie de conflictos y fenómenos que la comunidad internacional ya no soporta.

Y cuyos autores, crueles e insensibles, no sólo son ineficaces, sino que también hacen mal uso de los recursos públicos, al extremo que suelen robárselos con la certeza de que no serán acusados, mucho menos perseguidos por tales acciones criminales.

Pese a todo, no perdamos la esperanza, recordando que un poquito que todas y todos aportemos a la humanidad, será de enorme beneficio, considerando –sobre todo– que nuestra presencia en este mundo no es una simple casualidad sino un proyecto diseñado por la inteligencia sobrenatural que suele no entenderse, pero que percibimos todos los días.

Bienvenido entonces el año 2025, esperando que nosotros mismos seamos capaces de revertir esa tendencia destructiva, cuyo afán es volver toda una mercancía de venta, viendo al ser humano como un objeto y no como un sujeto.

 

¿CÓMO DESPIDEN EL AÑO LAS INSTITUCIONES DE TAMAULIPAS?

En Tamaulipas las instituciones, comenzando por el Gobierno del Estado, encabezado por el Dr. Américo Villarreal Anaya, concluyen el año destacando grandes esfuerzos a pesar de las adversidades. Otro ejemplo lo demuestra el rector de la UAT, Dámaso Anaya Alvarado, transformado a la máxima casa de estudios y ubicándola en un futuro de alta competitividad.

¡Feliz Año!

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