José Inés Figueroa Vitela
El Presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, se llevó la buena nueva de que el incendio en la sierra madre, por el Cañón del Novillo, ya fue controlado; se perdieron tres mil 500 hectáreas, pero la conflagración llegó a su fin.
Otras buenas noticias trajo a Tamaulipas el ejecutivo federal, quien este lunes pasó sin que lo viéramos, por causa y oficio de la veda electoral, dejando beneficios, esperanza y confianza en un mejor presente y futuro.
La visita temática, relacionada con la salud, derivó en acuerdos e instrucciones para ampliar y mejorar la cobertura, con más medicinas y espacios hospitalarios, pero también dibujó para la semana entrante -terminando la veda-, allegar apoyos a los productores de sorgo, para paliar el desabasto de agua en el sur y el centro del estado, todo, gracias al esfuerzo de los tres órdenes de gobierno y de los ciudadanos.
Así lo definió el gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, luego de acompañar al Presidente y comitiva, en su visita por Victoria; aparte, a pregunta expresa se refirió al tema de la jornada comicial del domingo, que ya se distribuye el material electoral en todo el estado bajo el resguardo de las fuerzas armadas, de la Federación y el Estado; que las condiciones están dadas para una participación amplia, libre y en paz y que la voluntad popular se manifieste.
Ahora hay quienes animan debates, pretendiendo que unas encuestas dicen una cosa y otras algo muy distinto, de tal manera que serán las votaciones las que determinarán quiénes tenían la razón.
Lo cierto es que, en general, las casas encuestadoras profesionales, serias y libres, han coincidido en las tendencias, con pequeñas variaciones sobre sus registros en cuanto a la intención del voto; son las dos-tres empresas o personajes militantes, conocidas por tendenciosas, las que han dado la voz discordante.
En general, las ventajas son muy marcadas, de tal manera que los puntos que diferencian unos y otros trabajos independientes, insisto, no hacen variar las tendencias respecto de la elección presidencial y la mayoría de las que estarán en juego en las urnas el próximo domingo.
Lo que no registran las mediciones profesionales de la intención del voto, en esta, como en ninguna de las elecciones pasadas, es la incidencia de acciones ilegales, para torcer la decisión de los electores.
Esas, que en el pasado sistema PRIANISTA se desplegaban en los días previos y el llamado Día D, cuando se celebran las votaciones.
En el renovado sistema político, conocido como la 4T, no deberían proceder las viejas prácticas del “mapachismo”, la coacción al voto, secuestro de operadores y urnas, relleno y adulteración de los cómputos, característicos del pasado electoral vergonzante.
No deberían proceder, porque en el nuevo orden ya no opera el sistema de estructuras, movilización, inducción del voto, inventado por el PRI y perfeccionado por el PAN, en cuya suplantación los últimos sometieron a los primeros y ahí los mantiene, hasta el punto de la desaparición, con la bota en el cuello, pero aliados en las peores artes, para tomar por la mala lo que el pueblo les ha rechazado con el voto.
Ciertamente, el grupo caciquil de los Trucos en la región temporalera, buscan repetir el rellenado de ánforas y las amenazas a los liderazgos naturales, por los que se encumbraron y han prolongado el saqueo de los bienes comunales y los haberes públicos de la región, por mucho tiempo.
En la zona de Nuevo Laredo y parte de la frontera chica, YAHLEEL ABDALÁ se ha aliado con los grupos más obscuros, como lo hace NORMA SALAZAR en Matamoros, apostándole a las viejas prácticas de la violencia y el despojo, para asaltar la elección y arrebatar el desprecio ciudadano que les mantiene muy lejos de quienes lideran la intención del voto.
Por eso, sin detrimento de que los tiempos han cambiado hasta en eso, las autoridades no pueden confiarse, si en verdad quieren que se respete la voluntad electoral ciudadana y menos deben hacerlo los liderazgos y candidatos de Morena, por quienes las mayorías van a votar, siempre en consonancia con las mediocres aquellas, conocidas.
Transitar a un nuevo orden político, pasa por que los rescoldos del viejo sistema prianista sean liquidados, que Morena y sus aliados, hasta la nueva oposición, conquisten las dos terceras partes en las Cámaras, para destrabar los amarres que aquellos dejaron para garantizar impunidad y obstrucción al desdoblamiento de la nueva clase política.
Eso es lo que está en juego en las urnas del próximo domingo y el grueso de los mexicanos y tamaulipecos parecen estar de acuerdo con ello, insisto, e acuerdo a las tendencias puntualmente registradas por las mediciones libres y profesionales.
Solo basta con acotar la incidencia de lo que no registran las encuestas y es el manoseo de la expresión ciudadana, través del voto.
De ello son responsables las autoridades gubernamentales, las instituciones electorales, los partidos políticos y sus representantes en la elección, como candidatos y ante las mismas instancias electorales.
Detrás de todo ello están los ciudadanos, como nunca, buscando la evolución política del país.
Los centros de mando regional que operarán el domingo con todas las Fuerzas Armadas y del orden, federales y locales, así como las instancias jurisdiccionales representadas, van por añadidura.