septiembre 7, 2024
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María José Zorrilla

Bullying turístico

julio 7, 2024 | 103 vistas

María José Zorrilla

 

Hay preocupación en el sector turístico del país. Empiezan a circular en los corrillos del mundo turístico la duda de si habrá o no secretaria de Turismo. Ante los nombramientos realizados por la presidenta electa es fecha que no figura nadie en este sector.  Hace algunos días Luis Miguel González de El Economista publicaba un artículo sobre la altísima posibilidad de que no haya una secretaría de turismo. Se especula que tal vez sea degradada a subsecretaria dependiente de la Secretaría de Economía que estará bajo la batuta de Marcelo Ebrard y quien ocupe la cartera de la industria sin chimeneas sea Martha Delgado Peralta quien estuviera en la Secretaría del medio ambiente en el DF entre del 2006 al 2012 con Marcelo Ebrard y como Subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos del 2018 al 2023. Es egresada de Pedagogía de la Universidad Intercontinental y Egresada del Programa de Estudios Avanzados en Desarrollo Sustentable y Medio Ambiente por El Colegio de México. No parecen faltarle credenciales para ocupar una cartera importante, pero en turismo si se requiere alguien con experiencia y conocimiento del ramo. En un sector tan complejo como el turismo, no son suficientes los grados académicos, cuenta la experiencia y la importancia que se le otorgue a esta actividad. Cuando hay recortes de presupuesto en lo primero que se piensa es en turismo y cultura. Si descendemos en la escala estatal o municipal el problema es aún mayor y los nombramientos distan mucho de ser los óptimos y a veces se caen hasta en absurdos. La pregunta hoy día sería porqué no se ha podido profesionalizar el sector turístico. Las estadísticas nunca son precisas, Datatur maneja datos importantes, pero siempre son de dudosa procedencia. Se sabe que en esta lista donde figuran España, Francia, Estados Unidos, Italia, Tailandia, México y China, ahora también esta Turquía que se ha posicionado entre los cinco más visitados del mundo. El fenómeno turco puede deberse a muchas causas. Promoción intensa, lugares exóticos por visitar, diversidad de producto, atención esmerada, manejo de marca, precios accesibles, unicidad de atractivos, pero no dudaría en pensar ni un solo minuto que en este amplio plan de promoción también estén las producciones televisivas de series en Netflix que han inundado la plataforma presentando una Turquía vibrante, moderna, alejada del mundo árabe aunque su religión predominante es la musulmana, en las series no se ven mujeres tapadas con velos y vestidos obscuros, ni hombres con túnicas o kaftanes blancos hasta el suelo. Por el contrario, los elencos están plagados de guapísimos actores, casas y oficinas con una arquitectura moderna digna del Architectural Digest, elementos no tangibles que para el turismo son un anzuelo a descubrir un mundo oriental con hermosas mezquitas, tradiciones milenarias, arquitectura bizantina, otomana, clásica, griega, romana en un país seguro y occidentalizado y uno de los principales socios de la Unión Europea y de la Unión Aduanera Unión Europea-Turquía.

Turquía en 2023 recibió 49.2 millones de turistas extranjeros lo que significó un incremento del 10.4 por ciento respecto al año anterior.  Desempeñándose en los últimos años como uno de los países líder en atracción de visitantes a diferencia de México que desde hace muchos años ha tenido un lugar preponderante pero solo recibió en 2023 cerca de 22 millones de turistas y un 6.2 por ciento más que el año anterior. Lo asombroso es que nosotros teniendo de vecinos al país más poderoso de la tierra -todavía- recibamos la mitad de los turistas de Turquía. Acaso nuestros espacios turísticos se están envejeciendo, la publicidad nos está fallando, las políticas de este gobierno morenista de eliminar el Consejo de Promoción Turística ha sido fatal. No estaría mal darle una revisada al ciclo de vida de nuestros productos. Tal vez los expertos en mercadotecnia entiendan lo peligroso de envejecer sin darnos cuenta.  Publicidad obsoleta, anuncios trillados, slogans sin punch, falta de estrategias, personal incompetente y poca atención por no decir casi una especie de Bullying hacia el turismo cuando es un sector que aporta más de un 12 por ciento del PIB nacional.

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