Rogelio Rodríguez Mendoza.-
CÁLCULO FRÍO.- La “bajada” del exgobernador panista, Francisco
García Cabeza de Vaca, de la contienda por la candidatura presidencial del
Frente Opositor, no tiene nada de sorpresivo.
En realidad, el panista tamaulipeco siempre supo que no tenía la
posibilidad de lograr la estafeta, porque su propósito de fondo es otro.
Lo que en realidad busca es recuperar el fuero constitucional para
poder regresar a México sin riesgo a que lo vayan a aprehender.
De ese modo, lo único que quería Cabeza de Vaca al sumarse a la
competencia por la candidatura presidencial era darle elementos al CEN del
PAN, para que le aseguren un asiento en el Congreso de la Unión, ya sea
en calidad de Diputado o de Senador. Eso es lo de menos.
Con una candidatura plurinominal, Cabeza de Vaca no tendrá ni
siquiera que despeinarse o sudar la camiseta buscando el voto en las urnas,
porque si lo hiciera se estaría arriesgando a una derrota.
Ahora que, al haber participado en la contienda interna del frente
opositor, Cabeza de Vaca le quita de encima un problemón a su líder
nacional, Marko Cortés Mendoza, porque le da elementos para justificar la
entrega de una candidatura plurinominal.
De hecho, la construcción de una senaduría o una diputación federal
para si mismo la inició Cabeza de Vaca desde la mitad de su sexenio,
porque su gobierno fue uno de los que más “aceito” económicamente al
CEN panista y directamente a sus líderes.
Hizo una especie de inversión a largo plazo de la que espera obtener
dividendos en el 2024. Todo estaba fríamente calculado. Está en lo suyo.
Ya verá usted que por ahí va la cosa.
REBELIÓN PANISTA.- Ahora que, sin duda el “fracaso” de Cabeza de
Vaca en la conquista de la estafeta del Frente Opositor, lo deja débil ante el
panismo tamaulipeco.
Una debilidad que podría verse con más claridad cuando llegue el
momento de la disputa de las candidaturas por las senadurías, diputaciones
federales, diputaciones locales y las alcaldías.
Y es que seguramente el exmandatario querrá seguir siendo quien
parta y reparta las candidaturas, lo cual será complicado que acepten los
grupos que no le son afines y que tienen mucho peso entre la militancia.
En esas condiciones el riesgo de una rebelión interna en el PAN
estará latente si el exmandatario quiere imponer sus decisiones.
Algo normal, porque no es lo mismo ser Gobernador que
exgobernador. Cuando ejercía el cargo su palabra era ley. Hoy es un líder
más, con el añadido de que su imagen está muy afectada.
A todo ello hay que sumarle que el PAN tendrá, si o si, que ir en
alianza con el PRI y PRD, porque sólo estaría condenado a perder lo poco
que le queda políticamente hablando.
PURO LICENCIADO.- Ahora más que nunca se aprecia la urgencia
de que un requisito para ser diputado sea el tener una licenciatura de
Derecho o carrera afín. Sigue siendo un absurdo que, quienes son los
responsables de elaborar las leyes que nos rigen como sociedad no tengan
la mínima noción del derecho.
Quienes se oponen argumentan que la exigencia de ese requisito
sería violatorio de derechos humanos, pero se olvidan de los derechos
humanos de todos los ciudadanos que padecemos las pifias y ocurrencias
de nuestros legisladores.
¿Qué es más importante: los derechos de un ciudadano al que se le
coarte la posibilidad de ocupar una curul porque no es un perito en Derecho;
o los derechos de la sociedad que se ven afectados porque un diputado no
sabe ni lo que es una norma jurídica?
Le cuento de ello por lo que acontece en la legislatura local, donde la
Constitución y las leyes son violentadas abierta e impunemente porque los
diputados las interpretan y aplican a conveniencia de sus intereses, muchas
veces por ignorancia pero casi siempre de forma intencionada.
Ojalá y algún día avancemos hacia una legislatura integrada por
puros licenciados.
ASI ANDAN LAS COSAS.