Por muchos años el Instituto Mexicano del Seguro Social, hizo como norma de su acción la Calidad y Calidez para atender a los millones de sus derecho-habientes. Eran los tiempos en que su director general el licenciado EMILIO GAMBOA PATRÓN presumía, y con razón, los servicios que entonces el IMSS prestaba a los mexicanos y mexicanas que gozaban de esa prestación social que tenían los trabajadores en nuestro país.
Eran tiempos en que se presumían los servicios médicos que esa noble institución, fruto de la Revolución Mexicana, le brindaba a la clase trabajadora como prestación social y laboral. Pero no sólo era de excelencia la atención médica también el personal administrativo que tenía la obligación de atender las justas demandas de los trabajadores, dichas demandas eran atendidas con un gran profesionalismo que tenían como sustento una permanente capacitación que las autoridades lograban para los trabajadores del Seguro Social.
Y así fue como una noble institución por muchos años fue ejemplo de eficiencia y orgullo para médicos, enfermeras, trabajadores mexicanos. Pero al llegar el sexenio de LÓPEZ fue criminalmente abandonada por mercaderes de la medicina y ahora sufre carencias de medicinas, doctores, enfermeras, personal que esté capacitado para cumplir con la elemental demanda de un servicio médico digno de los mexicanos. ¡Lástima!
Lo anterior viene a colación porque la semana pasada, el doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, en su carácter de Gobernador del Estado, entregó el Premio Estatal de Antigüedad en el Servicio Público 2024. En ese evento mil trabajadores y trabajadoras recibieron reconocimientos, preseas y estímulos económicos.
En ese magno evento la dirigencia estatal del Sindicato, BLANCA VALLES RODRÍGUEZ, también conocida cariñosamente como Doña Porfiria, que el Gobierno estatal brindó el apoyo para que cuatro mil cien, servidores públicos fueran capacitados para alcanzar la excelencia en la atención a la clase trabajadora, es decir, prepararse para servir mejor.
Somos unos convencidos que la capacitación y la profesionalización de quienes tienen la obligación de prestar en el servicio público una atención a la sociedad, lo hagan con Calidad y Calidez en beneficio de la ciudadanía.
Lo anterior debería de ser copiado por las y los empleados del Municipio de Victoria, quienes teniendo la oportunidad de servir, para eso el pueblo les paga a través de sus impuestos, no corresponden a la confianza que se les depositó. De ahí que el pueblo está siendo víctima del pésimo servicio de alumbrado público, recolección de basura, aunado a ello se contaminó el servicio de Protección Civil, bomberos, es decir, Eduardo Gattás, en su pésima administración tiene hundida la Capital del Estado en el abandono.
Urge el cambio de alcalde por alguien que tenga la capacitación y el profesionalismo para atender la demanda ciudadana en todos los servicios públicos. Pero también, Juan Pueblo, se pregunta cuándo vendrán otros ajustes urgentes y necesarios en la administración estatal.
Los pleitos entre los pseudos abogados que tienen secuestrada la Secretaria General de Gobierno, que lejos de servir están creando un ambiente hostil a la mal llamada a Reforma Judicial. Es una lástima que habiendo tantos buenos abogados en la entidad no tengan, por ahora, cabida en donde tanto se les requiere.
En próximas colaboraciones mencionaremos las ramas de la administración estatal que, de acuerdo con nuestro punto de vista, sí han cumplido cabalmente la tarea que se les encargó. Al César lo que es del César.
No olvidaremos mencionar la falta de atención a la instrucción gubernamental para cubrir la vacante del titular de la Oficina del Gobierno del Estado en Monterrey, Nuevo León.