Claudia Vázquez
Los panistas de Tamaulipas, o mejor dicho los cabecistas, están sospechosamente muy calladitos, quizás apegándose al dicho aquel que reza: “calladitos se ven más bonitos”, y esta presunción nace del hecho que ninguno de ellos ha dicho palabra alguna sobre la detención del ex secretario de Bienestar Social, Rómulo Garza Martínez.
Pues resulta muy extraño que ningún diputado federal, local o alcalde panista y simpatizante del cabecismo porque formaron parte de ese gobierno, haya realizado pronunciamiento alguno, partiendo que generalmente se asumen “perseguidos políticos”.
Incluso; el mismo exgobernador era amante de pronunciarse en ese sentido a través de las redes sociales.
Se esperaba que personajes como Gerardo Peña Flores, Cesar “El Truko” Verástegui Ostos, o el mismo Luis René “El Cachorro” Cantú Galván, dispuesto siempre a rasgarse las vestiduras por su mentor y amigo Francisco García Cabeza de Vaca, salieran en defensa de su excompañero de gobierno.
Los cabecistas, sobre todo aquellos que continúan tanto en la función pública como en los puestos de elección popular, parecen ajenos al futuro de Rómulo, pese a que todos ellos en algún momento del sexenio pasado se dijeron amigos y hasta se tomaron fotografías con él, mismas que difundieron como muestra de unidad y fortaleza, no del partido, sino del grupo en el poder.
Hoy, el silencio es ensordecedor, y dan la impresión que con ello buscan no ser vistos o ubicados por los órganos de control, y de las mismas autoridades de la procuración de justicia que ahora parecen estar dispuestas a hacer su trabajo, por lo menos la fiscalía anticorrupción.
Para nadie es un secreto que son más de una centena los expedientes con las denuncias correspondientes que están durmiendo “el sueño de los justos”, y en las cuales se acusa a igual número o quizás hasta más, de funcionarios cabecistas que abusaron en el ejercicio del poder que les confirieron o saquearon las arcas del erario estatal y hasta federal.
Queda claro que a los cabecistas se les acabó “la cuerda”, y al parecer la protección, el entramado que dejaron, como todo, ya se cayó.
Habrá que ver quien sigue, y quienes se atreverán a salir en su defensa.
Bien dicen, en política la amistad y la lealtad duran hasta el último cheque.