Oscar Pineda
Hace unos días, la presidenta electa Claudia Sheinbaum aseguró que realizará un cambio profundo en las delegaciones federales en los estados.
El cambio al que se refiere la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México tiene que ver, indiscutiblemente, con el relevo de los actuales titulares, quienes deberán presentar su renuncia el próximo mes de agosto.
Bajo esta premisa ya comienzan a surgir algunos nombres de quiénes podrían ocupar las vacantes que dejarán los actuales delegados.
Se dice que la súper delegación, que hoy ocupa Luis Lauro Reyes Rodríguez, podría ser ocupada por Jorge Villafranca, operador político cercano al senador electo José Ramón Gómez Leal “JR”.
Villafranca tiene otro punto a favor, quizá mucho más importante que su amistad con el Senador: su cercanía con la presidenta electa Claudia Sheinbaum, a quien sirvió como delegado en Nuevo León, con muy buenos resultados.
Sin duda la súper delegación es la joya de la corona entre las delegaciones federales. El año pasado la súper delegación tuvo más de 230 millones de pesos de presupuesto.
El trabajo del actual delegado es bastante cuestionable, tanto operativa como políticamente, además de obedecer a intereses distintos a los de la 4T tamaulipeca.
Otro nombre que suena para las delegaciones es el de Rigoberto Rodríguez Rangel, ex gerente de la Comapa en Mante y operador activo en diferentes campañas morenistas, incluido El Mante, en donde se veía casi imposible de ganar luego de la muerte del candidato del PAN, Noé Ramos.
A Rigo se le menciona como probable delegado de la Secretaría de Economía, aunque algunas voces aseguran que también le tienen echado el ojo para la Secretaría del Trabajo en el Gobierno del Estado, en donde José Ives Soberón es un fuerte competidor para el cargo.
Se entiende que la idea de Sheinbaum es activar estas delegaciones, que debido a la centralización estuvieron prácticamente en el anonimato y no aportaron gran cosa al proyecto de la transformación.
Salvo honrosas excepciones como el delegado Felipe Garza Narváez, el resto prácticamente son unos desconocidos. El caso de Luis Lauro se cuece aparte, pero para nada está cerca de haber sido cuando menos regular.
EL PERSONAJE
En Nuevo Laredo las cosas no marchan nada bien para la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas y su administración.
La percepción ciudadana sobre el trabajo del Ayuntamiento es cada vez más negativa, no solo por la falta de obras y servicios públicos de calidad, sino por la creciente ola de inseguridad.
Lo grave del asunto es que lejos de buscar soluciones o ayuda federal o estatal, la Alcaldesa solo atina a deslindarse del problema generando una sensación de indiferencia ante los problemas de la ciudadanía.
Cabe recordar que en las pasadas elecciones Carmen Lilia Cantursosas ganó por muy poco, tan poco que el resultado fue impugnado ante las autoridades electorales.
Esto nos habla del nivel de rechazo y desaprobación de la población, es decir, el 50 por ciento de los ciudadanos que viven en Nuevo Laredo no aprueban el trabajo de Carmen Lilia.
POSDATA
A los nuevos diputados locales de Morena los han estado reuniendo para adoctrinarlos sobre las políticas de la 4T, ojalá también les den un curso de buenos modales y alta política, para no repetir los espectáculos de la actual legislatura.
