Melitón Guevara Castillo.-
Bien lo dicen, no hay fecha que no se cumpla. Parce que fue ayer cuando, sorprendido, llegaba a mi celular un video que me compartían amigos-, de Alfredo Adama; que, con un lenguaje, muy propio a su imagen de ser grosero, con palabras impublicables, hacia una invitación al 94 aniversario de Campoamor, el ejido que hace 67 años me vio nacer.
Sorprendido por el video, abría y cerraba los ojos, pensando que era un invento. Pero no, los datos que daba sobre la fecha, los grupos musicales que amenizarán el baile, las carreras de caballos. No me quedé con la duda, le marqué a Mario Iban Guevara, que es parte del Comisariado, y me confirmo la veracidad. En fin, hoy 12 será la fiesta no creo que por ahí ande Alfredo Adame, pero sí mucha emoción, alegría y felicidad de mis familiares y amigos, vecinos del lugar.
CONTEXTO PERSONAL.
Campoamor es un ejido de Padilla, ubicado en el km 15 en la carretera Barretal-Nuevo Padilla. ¿Qué tiene de relevante, significativo? Para usted, amable lector, quizá no, pero sí para mí. Ahí vi, como bien se dice, mis primeras luces. Un 22 de septiembre, según mis padres, una partera atendió a mama; en un cuarto, cuyas paredes eran de palos, el piso de tierra y el techo de palma.
En Campoamor vi como mis padres, gente del campo, trabajaban desde que salía el sol hasta que se ocultaba; aprendí a caminar en el monte, a conocer las parcelas, ser testigo y protagonista de cómo se cultivaba la tierra. Y de ahí salí, a los siete años, para estudiar, forjarme una profesión y formar una familia. Así que la fiesta de Campoamor, que no tiene el glamour de El Roble, tiene sentido para mi familia.
CONTEXTO HISTÓRICO.
La parte formal de la fiesta de aniversario se da en el transcurso de la mañana. El evento cívico-cultural con la presencia, por lo regular, del Presidente Municipal y el cabildo de Padilla, asisten también los comisariados de los ejidos del municipio. Y hay discursos, para mí, lo más significativo serán las palabras de Yovana Rosales Honorato, porque da a conocer la historia del ejido.
Campoamor se fundó el 12 de junio de 1929. Ese día se otorgó el acta de posesión y deslinde. La petición se había presentado al Presidente Emilio Portes Gil y al gobernador Francisco Castellanos. Un día antes se eligió un comité, integrado por José Aguirre, Aurelio Zamora y Fermín Rosales; y los suplentes fueron Telésforo Honorato, Refugio Cortes y Simón Sequeda. La dotación provino de la Hacienda de Corpus, cuya propiedad era de la Señora Trinidad Garza Viuda de Terán. Se expropiaron 458 hectáreas para beneficiar a 27 personas. 50 fueron de riego y el resto de agostadero.
TIEMPOS Y GENERACIONES.
¿Ha cambiado Campoamor? Sí, puedo atestiguar que ese cambio ha sido brutal. Me tocó disfrutar una época, una generación en mi niñez y adolescencia, de una auténtica vida del campo. Vi los sembradíos de maíz, de frijol, de algodón; fui testigo de cómo los padres de familia trabajaban de sol a sol, como niño me toco llevar desde almuerzo y comida a mi padre, así lo hacían otros. Preparaban la tierra, sembraban y cosechan.
Hoy todo es distinto: las tierras ya no son de los ejidatarios, unas se vendieron, otras se rentan. El caso es que, hoy en día, no siembran maíz ni para darle a las gallinas, hay que ir a comprarlo a Padilla o El Barretal: las parcelas están sembradas de cítricos, pero, además, un detalle catastrófico: no hay agua para riego, es de temporal; y los nuevos terratenientes, los productores de cítricos cuentan con pozos con la anuencia de Conagua.
LA FIESTA
La fiesta sigue teniendo, eso sí, la mística del campo: mañanitas, festival artístico-cultural, con bailables, entrega de reconocimientos, discursos, comida de rancho (asado, salsa verde, arroz y fideo). Las carreras son un verdadero espectáculo y el ambiente, de siempre, ha sido de alegría, de felicidad, mientras se ve correr a los caballos. Ahora se anuncia la participación de El texano, El juguete, El Cochi y la desconocida, entre otros. Así como la participación de El grupo Mágico de Luis Leal y el Grupo Tacto.
Hoy no iré, ni al festival artístico y cultural, no probaré la comida de rancho, por dos motivos especiales: ayer domingo se festejó el cumpleaños de la tía Berna y a este tipo de fiesta tengo por costumbre no fallar; además, ahí, disfruté la comida de rancho preparada por mi prima Mary. Y, además, este lunes tengo que preparar un viaje para visitar a mi hija No todo se puede en esta vida y hay que priorizar: primero la fiesta de la tía y luego la de Campoamor.
Si usted, amigo y amiga, va a la fiesta ¡Disfrútela! Si por ahí anda Adame, no le dé mi saludo.
