febrero 5, 2025
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Joel Balderas

Caos navideño en Victoria, sin orden ni autoridad

diciembre 20, 2024 | 115 vistas

La navidad es una época de alegría donde muchos victorenses reciben familiares de otras latitudes para el disfrute en familia, salir a pasear y tratar de presumir la ciudad y sus plazas adornadas, pero siendo sinceros, en estas fechas Ciudad Victoria se ha convertido en un verdadero tormento para quienes intentan transitar por las calles o simplemente disfrutar de los espacios públicos.

El caos se ha apoderado de la ciudad, reflejando no solo la desmedida actividad comercial, sino también la total ausencia de un gobierno municipal capaz de imponer orden y garantizar la seguridad de peatones y automovilistas.

Basta con salir a cualquier calle de Victoria, el centro por ejemplo, para encontrarnos con el desorden: embotellamientos interminables, vehículos estacionados en doble fila, semáforos descompuestos, baches por doquier y peatones que, ante la falta de calles seguras o banquetas libres de ambulantaje, deben sortear automóviles debajo de las banquetas exponiéndose a un accidente.

Por supuesto que el personal de tránsito, además de escaso y trabajar con unidades en condiciones deplorables, poco o nada pueden contribuir al orden en medio del caos. La realidad es que la autoridad ha sido completamente rebasada.

La alcaldía, en lugar de implementar acciones preventivas en el tema vial para esta época del año, parece dedicarse únicamente a la política recaudatoria con criterios sumamente inverosímiles donde el gobierno municipal busca incrementar sus ingresos a costa de infracciones, porque no se le ve tomando medidas serias para garantizar el orden y la seguridad en esta época del año. La presencia de elementos de tránsito es casi simbólica, y cuando aparecen, su función parece limitada a multar casi por cualquier razón a su propio criterio.

El alcalde, por su parte, como desde hace semanas, brilla por su ausencia. Es lamentable que en un momento en que la ciudad necesita liderazgo, se le perciba tan distante de la realidad que viven los ciudadanos. No se le ve en las calles escuchando a la gente como cuando andaba en campaña, y además la comunicación institucional es prácticamente nula y sin el más mínimo sentido de conexión ciudadana, se dedican a enviar boletines de muy poco o nada de interés para el ciudadano, es como si la administración entera hubiera decidido esconderse del problema en lugar de enfrentarlo.

El resultado es un ambiente de caos que ningún ciudadano merece. En lugar de disfrutar de plazas y calles ordenadas, vivimos entre embotellamientos, ruido y un peligro constante. En una época que debería ser de paz y convivencia, la incapacidad del gobierno municipal para gobernar se hace más evidente que nunca. La falta de planificación y la indiferencia del alcalde ante los problemas cotidianos han convertido a nuestra ciudad en un desorden.

Es hora de exigir una administración que esté a la altura de las circunstancias, que sea capaz de prevenir, organizar y comunicar. Los ciudadanos merecemos algo mejor que una ciudad donde el caos sea la norma y la autoridad sea un simple espectador.

La navidad no debería ser sinónimo de caos, sino de orden y disfrute, pero mientras tengamos una administración municipal sobrepasada e incapaz, esto seguirá siendo un sueño inalcanzable.

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