Buenos día tengan, queridos lectores de “El Diario de los Bien Informados”. Empezamos en esta ocasión analizando la gran importancia de informar de manera correcta a la ciudadanía en vez de solo informarla, ya que son cosas muy pero muy distintas.
Muchos medios hoy en día en que las redes y sus respectivos portales abundan, sin mencionar nombres, tienen como prioridad el darte una primicia antes que todos y desde ahí ya se empieza mal, buscan la inmediatez, la rapidez, dejando de lado una premisa tan importante llamada veracidad.
Y que hay de la persistencia y la búsqueda constante de esa veracidad, la que trae consigo más lectores y lo que podríamos denominar el premio mayor en los medios: la credibilidad, esa que te hace ganar la preferencia de la gente, en este caso a lo largo de ya casi siete décadas.
Una labor sumamente ardua, pero no imposible para una gran empresa, hablo de la sólida familia de El Diario de Ciudad Victoria, a quien prefiero en vez de llamar periódico, llamarlo familia, porque en realidad, así se han comportado durante todos estos años como una verdadera familia.
Una familia no te suelta y El Diario sigue en cada uno de los hogares que le han abierto sus puertas, una familia quiere mantenerte cerca aunque los años pasen y es fecha que El Diario sigue vigente, una familia que con trabajo tanto de día como de noche te paga el que tú le brindes tu preferencia al momento de seguir adquiriendo su edición impresa en esos ratos en los que quieres estar enterado de todo lo que ocurre en tu ciudad, estado, país y en el mundo, convirtiéndose gracias a ti en uno de los periódicos más longevos a diferencia de otros que lamentablemente no pudieron lograr mantenerse con el correr de los años.
Aún recuerdo esos días en los que mi madre me llevaba en su auto rumbo a su trabajo y ella siempre procuraba escuchar las noticias de último momento en la radio y entre cada bloque noticioso era inevitable escuchar el que sigue siendo el comercial o muchos llamaran jingle, y estoy tan pero tan segura que si hiciéramos un conteo de todos los victorenses que se lo saben hasta el día de hoy de memoria como yo, este sería un número enorme. Corrían los 80´s era muy pequeña y en aquel entonces nunca olvidare preguntarle a mi bella madre La Señora de las Noticias y pionera también, a quien por cierto yo veía como toda una artista, siempre de saco con aquella formalidad que emanaba no solo por su atuendo sino por su proceder y en uno de esos días dorados le pregunte con gran curiosidad ¿Mamá que es El Diario? ¿Tienen canción? A lo que mi madre contestó:
“Eso es un periódico, hijita, así como tú me ves dando las noticias en la televisión, también puedes encontrar todo lo que ocurre por escrito, eso es un periódico. ¿Recuerdas que siempre que me acompañas después del noticiero a la Hidalgo, nos bajamos en la librería? Es el que ahí compro”, dijo.
Claro que lo recuerdo le dije, como disfrutaba acompañarla y nos tardábamos mucho para llegar a la casa a comer porque veíamos todos los libros que ahí vendían después de comprar el periódico. Otro recuerdo y no solo mío sino de toda mi familia es del día que lamentablemente falleció mi abuela Carmen Álvarez de Sánchez, ese día en el cual nos invadía el dolor por su pérdida, era necesario participar de su fallecimiento para que muchas de sus amistades pudieran saber el día, hora y lugar de su ceremonia fúnebre.
Nunca olvidaremos y quiero externar a nombre de la familia Sánchez Álvarez, un enorme agradecimiento por habernos abierto las puertas ese día y así poder proceder con la publicación de su esquela y que gracias a ella muchas personas que apreciaban a mi abuela y que sabemos que suelen ser lectores de toda la vida de El Diario, supieron de su deceso y acudieron a su vez a despedirse de ella.
Creo que vivencias como esta, por ponerles un ejemplo, hacen de un periódico no solo una herramienta de información sino una extensión personal del lector al plasmar cada una de sus historias, sean buenas y no siempre tan buenas pero siempre reportando los hechos tal y como suceden sin dejar de lado el gran ingrediente de la objetividad; bien lo dicen las últimas palabras de su promo radiofónico, el de toda la vida: “Experiencia en Información / Sirviendo a la Comunidad / “El Diario de Ciudad Victoria, El Diario de los Bien Informados”.
Haciendo referencia al día que acompañé a mi madre para publicar la esquela de mi abuela justo ese fue el día que conocí las oficinas de este periódico y jamás imagine que la próxima vez que caminaría por sus instalaciones, sería con el gran honor de pertenecer a su gran familia con “El Lado Amable” la que ya es su columna de todos los martes en estos últimos dos años, hecho por el cual siempre les estaré sumamente agradecida.
Desde aquí aprovecho para felicitar a la cabeza y pilar de esta familia, el Licenciado José Ángel Cárdenas del Avellano, Presidente y Director General, por todo lo logrado en el largo camino. A Mauricio Zapata Santiso, Director Editorial, por su guía, confianza y gran profesionalismo y también a cada una de las distinguidas plumas, los admiro y es un privilegio para mí el poder llamarlos compañeros.
Y me falta el cumpleañero. Enhorabuena para El Diario de los Bien Informados, por estas casi 7 décadas repletas de páginas de éxito, credibilidad, pero sobre todo veracidad en la noticia acompañada de un eterno servicio a nuestra comunidad.
En hora buena por estos 69 años y por los que faltan, se cumplen casi siete décadas de trabajo ininterrumpido que merecen ser aplaudidas porque como siempre se dice, el chiste no es llegar, es saber permanecer.
¡Muchísimas Felicidades!
X: @dhenamansur