noviembre 22, 2024
Publicidad
Melitón Guevara Castillo

Castigos laborales

octubre 12, 2023 | 402 vistas

Melitón Guevara Castillo.-

En la sociedad todos tenemos tareas y responsabilidades. Los adultos, los jóvenes, los niños, hombre y mujeres, tienen cosas que hacer. Hay, sin embargo, una distinción: las que se hacen desde el punto de vista particular y las que se desempeñan en el servicio público y, además, se recibe un sueldo o salario. Y, en ocasiones, desproporcionado, en relación con otros. Es el caso de los diputados, sean federales o locales: tienen una tarea que hacer, cobran un sueldo, y luego resulta que no cumplen con su responsabilidad.

En el caso de Tamaulipas, lo hemos visto una y otra vez: quienes son diputados locales, representantes populares; que recibieron un mandato por vía de las elecciones, sean de mayoría o plurinominales, no cumplen. No cumplen con la más elemental: asistir a las sesiones legislativas; y una revisión de su trabajo, de pronto aparece el dato de que no presentan iniciativas, de que no se vinculan con la población representada… y no pasa nada, no se les sanciona o castiga.

CUMPLIR O NO CUMPLIR

Es frecuente observar en la información policiaca, por decir, que un padre de familia no cumple con su tarea y responsabilidad de apoyar a sus hijos, evade cubrir los gastos más elementales; también nos enteramos que, ante la escasez de agua, la autoridad recomienda un uso adecuado y correcto del agua, pero resulta que más de uno lava el carro con manguera en mano. Hay tareas que adultos no cumplen en el ámbito familiar como en el social o comunitario. Y la autoridad, las más de las veces, no actúa.

Quienes son servidores públicos, que reciben un sueldo, en lo general son tachados de irresponsables; de que prefieren servirse y no servir. La cuestión es que hay una ley de responsabilidades de los servidores públicos: y pueden ser castigados por la omisión en sus tareas y responsabilidades, pero también si desvían los recursos, hacen tráfico de influencias o, de plano, se quedan con el dinero del pueblo. La cuestión, aquí, es que la justicia es lenta u omisa: lo vemos con las acusaciones del gobierno actual en contra de los que se fueron, la Fiscalía General de Justicia estatal le vale, se cuenta, protege a sus cuates.

CASTIGOS LABORALES

Todos los sabemos: en el sector privado, sea en una industria, una empresa o un pequeño comercio, todo trabajador que no asiste a trabajar recibe una sanción: por lo regular va de menos a más: primero una llamada de atención, una mala nota; pero luego, si eso se repite, bien puede ser que se le castigue con el sueldo, descuentos del día que falta. Pero, a la larga, el trabajador se expone a la máxima sanción: el despido y partir de este momento hay otros acontecimientos, si fue o no justificado, en fin, todo un pleito en los tribunales.

Hace días, la diputada local Úrsula Salazar Mojica, de Morena y líder congresal, dio a conocer una iniciativa para castigar las ausencias e irresponsabilidad de los diputados locales: por una falta injustificada la sanción será de cuatro días de su dieta; de dos cuando no asistan a reuniones de comisiones legislativas y de un día cuando lleguen tarde a una sesión o la abandonen antes de que concluya. Yo espero que la iniciativa se apruebe, porque es evidente que más de uno prefiere descansar, no asistir y con eso de plano de cumplir con su tarea que le fue encomendada y que, pese a su vocación de servicio, no es gratis.

CASTIGO POLÍTICO

Siempre se ha dicho, repetido una y mil veces, que el partido político, su líder y demás políticos, en su momento reciben el peor castigo: el voto de castigo, que el pueblo les dé la espalda y no los voten. Ese puede ser, sin duda, el peor castigo. Lo recibió el PRI en el 2000 y 2006 y en el 2018; en Tamaulipas tanto el PRI como el PAN saben lo que significa ser castigados por no hacer las cosas bien. Pero es, sin duda, un castigo corporativo y en más de una ocasión, es preciso el castigo individual.

Castigo individual es lo que merece, digamos, el diputado que no cumple con su deber; castigo individual merece el servidor público que roba o hace negocios con el erario; igual castigo merece el servidor público que hace mal su trabajo, o simplemente, que no lo hace. Y en este caso aplaudimos la iniciativa de Morena, espero que en aras de ser congruentes todos, sí, todos los diputados la aprueben… Y es que, como han hecho en otras ocasiones, pueden faltar o reventar la sesión con tal de que no se apruebe.

NO ES CASUALIDAD

Cuando un político o servidor público cumple con su trabajo el resultado es positivo. AMLO tiene, en estos momentos, u 60 por ciento de aceptación. Y no es gratuito: el incremento salarial, las pensiones a los adultos mayores y conservar un justo equilibrio económico son sin duda resultados del arte de gobernar. Por algo, allá en Tampico, se reeligió Jesús Nader y Adrián Oseguera y lo mismo hizo en Matamoros Mario López, mejor conocido como La Borrega.

Comentarios

MÁs Columnas

Más del Autor

La Revolución

Por Melitón Guevara Castillo

Decepción

Por Melitón Guevara Castillo

Vivir sin miedo

Por Melitón Guevara Castillo