“Can, can por mí, y por todos mis amigos”, era una expresión que se utilizaba para “salvar” a nuestros compañeros en los juegos de infancia, y pareciera que eso está haciendo el diputado local morenista Isidro Vargas Fernández, al “meter las manos al fuego” por los alcaldes de su partido, pero sobre todo por el de Matamoros, porque dijo son presa de ataques por la oposición resentida.
Y quizás haya algo de razón en eso, pues es obvio que los opositores, todos, los de afuera y los de adentro también, aprovechan las oportunidades que tienen para exhibir presuntos malos manejos, acusaciones o cualquier cosa que pueda incomodar a la ciudadanía y restarles seguidores.
Sin embargo, se tendrá que reconocer que cuando hay acusaciones “de algo”, nunca es casualidad, y en política menos, de ahí que el ciudadano común escuche y atienda a esas “voces” que exponen a los gobernantes señalados.
Como ejemplo ahí está precisamente Matamoros, por citar el mismo caso que el legislador, y hasta hoy existe la duda razonable sobre las versiones de que Alberto “Beto” Granados, fue cuestionado por las autoridades migratorias del vecino país y que le retuvieron la visa, y ello es producto de que el alcalde no ha mostrado ese documento, como lo hizo en su momento su antecesor Mario “La Borrega” López Hernández.
Le hayan quitado o no la visa, eso es intrascendente, pero el ocultar la verdad es preocupante, porque entonces significaría que el munícipe si es investigado por los americanos en cuanto a relaciones con personajes de presunta mala reputación, cosa que se supone no es permitido por el partido. De hecho, las reformas a los estatutos que se aprobaron el domingo pasado, lo establece plenamente.
Pero bueno, ese como otros casos tarde o temprano, dada la situación política que se vive en el país por la relación con el actual gobierno, va a terminar saliendo a la luz pública.
Aquí lo destacable, es la valentía o compromiso, vaya usted a saber, del diputado Isidro Vargas Fernández, para exonerar a sus compañeros de partido, sobre todo a los fronterizos.
Dicen que en política nada es casualidad, y mucho menos gratis, así que esperemos que al paso del tiempo no sea el mismo diputado Vargas Fernández quien termine satanizándolos y pidiendo su expulsión como ha sucedido con los prianistas, como les dicen ellos.
Por lo pronto, “Beto” Granados y los demás alcaldes morenistas podrían decirle a Isidro “Chilo” Vargas como dicen en el rancho; “Esos, si son amigos”.
