Oscar Pineda
Dicen que cada quien habla de cómo le va en la feria y en estos primeros cien días de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum hay quienes opinan que vamos bien, otros están convencidos que se equivocaron y están los que opinan que México está en un franco retroceso.
En lo que se refiere a Tamaulipas podríamos decir que la expectativa con la presidenta es alta, aunque hasta ahora no hayamos visto un solo quinto extra para proyectos prioritarios, pero la promesa ahí está, como estuvo con López Obrador en su momento.
Según las principales encuestadoras nacionales la Presidenta llega a sus primeros cien días de gobierno con una aprobación histórica de casi el 90 por ciento, lo que la pondría incluso por encima de López Obrador.
Sin embargo, estos primeros cien días no han sido suficientes para darle al gobierno de Claudia una identidad propia, ella misma sigue evocando el recuerdo del expresidente, a quien los gobernadores y políticos morenistas siguen venerando.
La seguridad sigue siendo la asignatura pendiente, lo fue también de AMLO, de Felipe Calderón y de Peña Nieto, el asunto es que al menos los morenos prometieron pacificar al país con una estrategia de abrazos no balazos y a la fecha el número de muertos por la guerra delincuencial sigue al alza. Pero bueno como decía el gran José Alfredo, (en México) la vida no vale nada.
En siete días más el gobierno de Sheinbaum estará ante el que pudiera ser la prueba de fuego, pues el vecino del norte viene con muy malas intenciones hacia los condicionales que radican en el otro lado.
La eventual deportación masiva de paisanos y una política arancelaria contra México podría hacer que colapse la economía nacional, que a decir de los expertos se sostiene por alfileres.
¿Y en los municipios cómo vamos?
Tristemente de los 43 municipios del estado se pueden contar con los dedos de una mano los que han podido sortear de manera decorosa los primeros cien días de gobierno, la mayoría han convertido los cien días en cien días de amargura, desilusión y penurias.
Como el tema amerita más espacio prometo que mañana reflexionaremos sobre los cien días de las alcaldesas y los alcaldes tamaulipecos.
EL PERSONAJE
El despido de Dianaluz Gutiérrez del Instituto de la Mujer no sorprendió a nadie, pues era un movimiento cantado desde hace meses, derivado de presuntos excesos y mal comportamiento en el desempeño de sus funciones.
Sin embargo, la salida de Adriana Lozano de la Secretaría de Finanzas sí que fue una sorpresa para muchos, pues la matamorense parecía bien afianzada en su cargo.
Por supuesto que al filtrarse la información el fin de semana se dieron toda clase de especulaciones sobre la salida de Adriana Lozano, a quien, como por arte de magia, le aparecieron todos los detractores, incluyendo a compañeritos de Morena que hasta hace poco se tomaban fotos con ella y hasta celebraban sus alegres coreografías en los eventos, porque a ella le gusta el baile.
“Haiga sido como haiga sido”, lo cierto es que con esta medida el gobernador Américo Villarreal manda un poderoso mensaje a su equipo y a quienes más allá del gabinete andan queriendo pasarse de la raya. No hay intocables.
POSDATA
El que anda inconsolable por la salida de Adriana es el alcalde de Matamoros, Beto Granados, quien ya hasta anda viendo dónde acomodarla en su gobierno, recordemos que es su madrina.
