Me llama mucho la atención que la inclusión de Samuel García no es de relleno y que pondrá en serios aprietos a las candidatas del bunker oficialista y del Frente.
Por lo que se ve en redes sociales, el jovencito de Nuevo León no es adversario de Morena.
Los aplaudidores cuatroterianos no lo mencionan ni por equivocación. Lo que se traduce en que hay una orden de no atacarlo. De dejarlo pasar.
El asunto que Samuel tiene un click impresionante con los jóvenes. Y los jóvenes definieron la elección del dos mil con Fox y la del 2012 con Peña Nieto.
Aguas, porque les puede dar un susto.
Mis dos hijas piensan votar por él. Una tiene 24 años y la otra, 17, pero el día de la elección ya tendrá 18, de hecho, ya tramitó su INE.
Lo he palpado con mis alumnos (de entre 20 y 24 años de edad). Le gusta Samuel para Presidente.
El argumento de ellos es que es joven y les gusta el mensaje que da en redes sociales, además de admiran a su esposa Mariana, que es una de las influencers más destacadas del país.
Según analistas de Argentina, gran parte del triunfo de Milei es por ese enganche que hizo en redes sociales con los jóvenes.
Hay quien diga que las redes no votan, pero el spot de la esposa de Samuel sobre el inicio de las precampañas lleva casi seis millones de reproducciones, mientras que los de Xóchitl y Claudia no llegan ni a los cien mil.
No soy partidario del gober de Nuevo León. Creo que no es la persona que necesita este país y que su edad no le permite tener el temple para presidir esta compleja nación, sin embargo, su mercadotecnia política va a hacer mucho ruido en el 2024.
Y quizás es él el «Plan C» del presidente Obrador.
Así que, hay que analizar bien nuestro voto; no hay que dejarnos llevar por la publicidad o discurso, sino por su Proyecto de Nación.
Independientemente de que se promueve como «político nuevo», ejerciendo las viejas prácticas de la política, «la chaviza» sí le cree y se está animando a ir a votar.
Insisto, aguas con Samuel. Y aguas con los jóvenes porque ellos podrían definir la elección del año que entra.
EN CINCO PALABRAS.- Podría irnos peor, según veo.
PUNTO FINAL.- «En política no hay magos, pero gente que hace magia, sí»: Cirilo Stofenmacher.
X: @Mauri_Zapata