Rogelio Rodríguez Mendoza.
¿QUIEN VA PRIMERO?- Las primeras órdenes de aprehensión contra exfuncionarios cabecistas están por salir del “horno” judicial y con ello aumenta el nerviosismo entre aquellos que se saben candidatos a enfrentar a la justicia.
Los primeros mandamientos judiciales serán contra exfuncionarios de las áreas gubernamentales donde mayor “cochinero” financiero fue detectado durante el proceso de entrega-recepción.
Estamos hablando, por supuesto, de las Secretarías de Desarrollo Económico, que dirigió el matamorense Carlos García González; la de Obras Públicas, que tuteló Cecilia del Alto; y la de Salud, que estuvo bajo el mando de Gloria Molina Gamboa.
De acuerdo con versiones oficiales y extrajudiciales fueron esas tres secretarias donde anidó y se reprodujo con mayor impunidad la “víbora de mil cabezas” llamada corrupción, durante la anterior administración estatal.
Por eso, sería normal que los primeros ex funcionarios cabecistas que se conviertan en huéspedes de los penales tamaulipecos, hayan laborado precisamente en esas secretarías.
De hecho, nos dicen que algunos excabecistas decidieron irse a vivir temporalmente a Estados Unidos, nada más por las dudas.
¿AUTÓNOMOS? -Los llamados organismos autónomos son un fraude a la ley y a la sociedad.
Es así porque esa presunta autonomía de la que están investidos solamente existe en la letra de la ley porque en los hechos están totalmente sometidos al Poder Ejecutivo.
El hecho se origina en esa práctica recurrente y dañina de cada nueva administración estatal, en que es el jefe del Poder Ejecutivo el que decide quiénes ocuparán la titularidad de esos organismos.
La consecuencia natural de esa imposición es que los funcionarios encargados de instancias, como la comisión estatal de derechos humanos, el instituto de transparencia, la fiscalía general de justicia, entre otros, se sientan obligados a subordinarse ante el gobernador en turno.
Y bajo esas condiciones es punto más que imposible que se atrevan a actuar contra aquel que le deben el cargo.
Esperamos que, con el gobierno de Américo Villarreal Anaya, las cosas sean diferentes a sus predecesores.
Ojalá que, cuando por fin el gobierno en turno logre sacudirse a los actuales titulares de esos órganos autónomos que les heredó, Francisco García Cabeza de Vaca, genere las condiciones para que los nuevos titulares tengan absoluta libertad para ejercer su encargo.
Que no tengan compromiso con nadie más que con la sociedad.
Veremos si eso es posible y hacen valer aquello de, “no somos iguales”.
SIN GUARDIA.- La alta incidencia de accidentes mortales en las carreteras de Tamaulipas tiene una causa muy bien identificada: la ausencia total de vigilancia por parte de la Guardia Nacional, División Caminos.
Desde que el gobierno de, Andrés Manuel López Obrador, desapareció a la Policía Federal para suplirá con la Guardia Nacional, las carreteras quedaron desprotegidas y la consecuencia fue que se “dispararan” los accidentes trágicos.
El dato más relevante es que la mayor parte de los percances carreteros son ocasionados por unidades de carga.
Lo más preocupante de todo es que a pesar de las cifras trágicas no se ven intenciones de la federación por diseñar alguna estrategia para evitar que se sigan perdiendo más víctimas inocentes.
ASI ANDAN LAS COSAS.