diciembre 4, 2024
Publicidad
Melitón Guevara Castillo

Comer bien

noviembre 29, 2024 | 53 vistas

Comer es una necesidad esencial para disfrutar la vida; y comer bien es mejor para la salud. Buena parte de las enfermedades aparecen porque nuestra comida no es la correcta, por eso hay, al menos entre los mexicanos, mucha obesidad, diabetes y problemas del corazón, entre otros, y que son culpables de buena parte de los fallecimientos en el país. Hay una paradoja: unos se enferman por comer mucho, porque no saben comer; otros, por lo contrario, porque no tienen que comer.

Hoy toco el tema porque la semana pasada en un grupo de WhatsApp un amigo dijo: tengo problemas con el colesterol y los triglicéridos y no me quiero tomar la pastilla que me prescribe el médico, y preguntó: ¿Qué remedio natural me recomiendan? Y claro, sobraron los consejos y las recomendaciones, que un licuado de avena, que probara té de algunas hierbas, etcétera. En mi caso, le recomendé una dieta, pero que significa un cambio de hábitos alimenticios.

 

DIOS PROVEE

Recuerdo que hace años visité a un amigo que tenía pocos años de casado. Nos invitó a comer a Martha y a mí; ya en el comedor, la señora coloca o distribuye varios guisos para que nos sirviéramos al gusto. Mi gusto, confesó: mi esposa es muy buena cocinera, yo me como todo lo que me prepara y sirve. No me van a creer, pero al paso del tiempo, hasta le compartí mi dieta, porque en sus análisis médicos había síntomas de disfunciones, que era necesario bajar de peso. Hoy, ese amigo casi es vegetariano y está en su peso normal.

Dios provee, efectivamente, hagan de cuenta es lo que mi amigo pensaba. Sin embargo, un primo, que tenía como actividad colateral ser parte de una iglesia cristiana, tenía esa premisa: comer todo lo que había en la mesa, porque Dios provee, provee, provee. Al paso de los años, aumentó de peso y al cumplir 62 años el médico le recomendó que bajara de peso, no le sirvió la dieta, le faltó voluntad y se tuvo que operar… el daño, sin embargo, ya estaba hecho: a los pocos meses falleció.

 

EDUCACIÓN ALIMENTICIA.

Desde que estudiamos la primaria, al menos a mi generación, nos enseñaron la pirámide educativa; la esencia está en la combinación de carbohidratos, proteínas, así como frutas y verduras. Por lo regular la dieta integra más carbohidratos y proteínas, y nada de verduras. Un día, una amiga me preguntó: ¿Por qué no me compra mis platos de comida? Me justifiqué, no porque eso es veneno para mí, imaginen: milanesa de res o de pollo empanizada, arroz, papa y de pronto un puño de frijoles enteros. Hasta tres carbohidratos, una proteína y nada de verduras. Me dijo: eso me piden mis clientes.

Y en las reuniones sociales sucede igual: un día un compadre festejó su cumpleaños, fue cena: asado de puerco, carne de puerco en salsa verde, picadillo, frijoles charros, arroz y eso sí, mucha cerveza y botellas de vino. En casos como estos, créanme, prefiero no comer. Ese es el problema de medio mundo, incluso hasta en los restaurantes, sus platos no están integrados con la pirámide alimenticia. La consecuencia, a largo plazo, es la obesidad, la diabetes y los problemas del corazón.

 

DIABÉTICO CONTROLADO

Quienes me conocen, bien lo saben: soy un diabético controlado, significa que el rango de mi glucosa y otros datos médicos están dentro del rango permitido. ¿Cómo lo logro? Pues el camino es muy fácil: comer bien, seguir las instrucciones de la nutrióloga en relación con los alimentos, tomar mis pastillas, caminar todos los días y, dos días a la semana, asistir a clases de yoga de silla… comer bien significa comer a la semana una sola vez carne roja (de pronto, dos), comer más pescados y mariscos, pollo sin cuero (100 gramos de la proteína). Y en cada comida, solo un carbohidrato: dos tortillas, o un poco de frijoles, o un poco de arroz, nada de papa. El café, negro, sin azúcar.

El problema con la alimentación y los enfermos, por decir, los diabéticos, hay cada caso. Un tío, bien que lo recuerdo, decía que con una caguama se bajaba la azúcar, ya falleció. Un alumno, en la universidad, me dijo que su abuelita había matado a su papá: todos los días, en la tarde, le daba una coca con una pieza de pan, y que él decía: abuelita, eso le hace daño, dice el médico… deja, de algo se va a morir. Y efectivamente, se murió joven, por los estragos del azúcar.

 

VOLUNTAD

Yo espero que mi amigo, el que tiene problemas del colesterol, haga caso: puede bajarlos con remedios caseros, pero al rato vuelven si sigue alimentándose porque Dios provee o porque su esposa es buena cocinera o porque le gusta comer de todo. Es cuestión de empezar y te acostumbras: no me gustaban las espinacas, ahora siempre que puedo las consumo.

Comentarios

MÁs Columnas

Más del Autor

¿Habrá devaluación?

Por Melitón Guevara Castillo

Guerras comerciales

Por Melitón Guevara Castillo

La Revolución

Por Melitón Guevara Castillo