¿Ahora que ya pasaron las votaciones y que le entregaron la constancia de mayoría a la próxima Presidenta de México, todos volvemos a ser amigos?
Fue la pregunta que, en aquel ejido de la región, un grupo de campesinos que apoyaron a diferentes partidos políticos en las recientes elecciones se hicieron para volver a saludarse.
Es que el tema político en las comunidades rurales es todo un caso, ahí las personas se dan cuenta, quién apoya a quién, y eso genera apasionamientos, incluso rivalidades sociales, que por lo general se dirimen, pero en otras ocasiones perduran en el tiempo.
Caso contrario, cuando un productor quiso tratar el tema de las campañas con otro compañero, este último, de manera tajante le contestó: no te distraigas con eso amigo, en el campo lo que tenemos son ciclos agrícolas y debemos preparar las parcelas, aprovechar la humedad y revisar muy bien lo sembrado.
Ahora mismo, una vez que se dio por terminado el proceso electoral y se asignaron las diputaciones locales y federales de representación proporcional, a la vuelta de la esquina, ellas y ellos habrán de demostrar el tamaño de su compromiso con los ciudadanos que representan.
En estos momentos nuestros próximos legisladores se encuentran en capacitaciones, donde seguramente les explican los procedimientos y formas de su trabajo; lo que todas y todos tienen en común fue que durante la campaña pasada gritaron a los cuatro vientos que regresarían al territorio.
Así es que, respetables diputadas y diputados, éste es el mejor momento de venir a las comunidades, escuchar a los productores, campesinos y avecindados, tomar nota de las demandas que corresponden a su función y llevarlas al próximo presupuesto de egresos que corresponda, ponerles pesos y centavos a los programas es realmente su función y ahí es donde debemos evaluarles.
Y mientras los que nos dedicamos a la agricultura y ganadería en la zona centro y sur del estado hacemos lo propio de nuestra actividad; aprovechamos el espacio para recomendar a las y los alcaldes electos, quienes también están próximos a asumir el cargo para el siguiente periodo de gobierno, que integren a su equipo de trabajo relacionado con el campo, perfiles adecuados a la función y responsabilidad, que por favor no sean burócratas de escritorio, que conozcan el medio rural, pero sobre todo que dominen el agropecuario.
La prueba y error debe servir de estadística para la toma de decisiones; pero en este caso, ya no estamos para intentos fallidos, si se busca una transformación, es momento de actuar y dar resultados.
Los programas establecidos, como producción para el bienestar, fertilizante y sembrando vida, no puede ser el todo para el campo, coincidimos en que se requieren recursos para fomentar la agricultura y la ganadería, fortalecer la infraestructura, la maquinaria y el mejoramiento de equipos e implementos. Se requiere hacerle frente a la comercialización de los granos, asegurar los cultivos e invertir en capacitaciones que permitan la transferencia de tecnología.
No podemos perder de vista que los productores necesitan de crédito accesible y por supuesto de la vinculación con los sectores educativos y empresariales.
Es momento, sin duda, de llamar a la unidad, que el discurso integre a todos sin distinción y que se gobierne por igual. Seguir en la ruta de los buenos y los malos solo nos llevará a mantener dos bandos y eso no es bueno para nadie, es momento de darle vuelta a esa página, cerrar este capítulo y empezar a escribir todos juntos el libro de la prosperidad, total, como ya lo hemos dicho antes, “somos coyotes de la misma loma”
Hasta la próxima.
