Hay un 90 por ciento de posibilidades y probabilidades de que México sea gobernado por una mujer.
Y todavía hay quienes preguntan si la ciudadanía está preparada para ser gobernada por una mujer.
Me parece una pregunta machista y hasta clasista por todo lo que establece el cuestionamiento.
Pero a estas alturas la pregunta debería ser: ¿esa mujer está preparada para gobernar un país como éste?
Independientemente del género a México le urge que lo dirija una persona que pueda conciliar, que pueda unir, que pueda desterrar el discurso de odio y división que hay.
Que eche a un lado la polarización, que gobierne para todos y no solo para sus seguidores.
Parece una tarea complicada.
Independientemente del proyecto personal, quien resulte ganadora de la contienda del 2024, recibirá un país lleno de odio y división, y eso es más complejo que establecer un proyecto económico, educativo, social o de salud.
A este país le urge una persona que sea capaz de proyectarlo hacia nuevos horizontes, pero también de acercarse a todos los sectores y reconciliarlos para que se camine juntos.
No importa el género. Lo que importa en estos momentos es que sepa unir.
Hay ejemplos de gobernadoras y alcaldesas, en donde hubo quienes preguntaron si esas poblaciones estaban preparadas para que los gobernara una mujer.
Y en muchos casos les cayó la boca. No pasó nada porque una dama ganara las elecciones.
Desde luego que también hay ejemplos de aquellas que no supieron qué hacer, pero eso nada tiene que ver con si son hombres o mujeres, sino de la capacidad personal.
En todo caso, es tarea del elector estudiar bien a las candidatas, analizar perfectamente su proyecto de gobierno y ver a la gente con la que se habrá de rodear.
Y sobre eso votar. No si es hombre o mujer.
Este país está urgido de gobernantes capaces, inteligentes y honestos. No es tarea fácil, pero dependerá de que votemos con la cabeza y no con el hígado.
EN CINCO PALABRAS.- Urge una persona con efectividad.
PUNTO FINAL.- “La inteligencia cuando funciona, no tiene sexo”: Cirilo Stofenmacher.
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